A partir de la industrialización, esta época ha visto un aumento de la contaminación y la explotación descontrolada de los recursos del mundo.
El científico Frank Fenner afirma que la era del Antropoceno ha tenido un mayor impacto en el mundo que la edad de hielo y cualquier cometa destructor combinados.
Él afirma que si seguimos de esta manera, la humanidad podría extinguirse por la propia humanidad. Lo más alarmante es que afirma que esto sucederá en los próximos cien años.
La mayor amenaza para la humanidad es sin lugar a dudas el cambio climático, con la Tierra peligrosamente sobrecalentándose, en gran parte gracias a la contaminación.
Se acepta científicamente que las temperaturas globales pueden aumentar en 2 grados centígrados y el mundo estará relativamente a salvo. Sin embargo, se prevé que la temperatura realmente aumentara 5 grados para el año 2100.
Como consecuencia de ello, vamos a ver la fusión de los casquetes polares, sequías devastadoras, y la destrucción de hábitats, como la de los arrecifes de coral.
En 2014, la ONU publicó un documento con la lista de 2,600 desastres naturales que ya habían ocurrido debido al cambio climático, incluyendo las inundaciones de 2010, que afectaron a Pakistán. La frecuencia cada vez mayor de los peligros naturales es especialmente preocupante. Las olas de calor letales también son cada vez más frecuentes.
De hecho, se están produciendo cinco veces más a menudo que como ocurriría en un mundo sin tocar por los seres humanos.
Los investigadores han sugerido que las olas de calor impactantes en la India, que mataron a casi 2,000 personas en apenas 10 días, pueden ser un precursor de un periodo catastrófico de aumento de la temperatura global.
Y a medida que el mundo se hace más caliente, los alimentos cada vez son más escasos, con los cultivos de trigo y maíz cayendo en picada con un 60% menos de producción. Y no es sólo eso, uno de los peligros más grandes que está alcanzando un punto crítico es el agua, hoy es el momento en el que la demanda de este recurso renovable empieza a superar su disponibilidad.
Sin alternativa al agua, no sólo millones de personas morirán de sed, las grandes plantaciones no serán capaces de proporcionarnos los cultivos.
Actualmente hay 750 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a fuentes de agua potable, y habrá grandes regiones con escasez de agua para el año 2025.
En 2015, el escritor de ciencia David Auerbach criticó a la cumbre del G-7 por no hacer lo suficiente para hacer frente al peligro en que estamos. Se ha afirmado que estamos lejos del punto de la salvación, ya que estamos ahora en el punto en el que no solo la mera reducción de las emisiones futuras serán suficiente para salvar a la humanidad hay que desarrollar la tecnología para revertir el grave efecto invernadero que ya altera nuestra atmósfera, una tarea en la que la cumbre del G-7 no ha invertido lo suficiente. Esto significa que estamos haciendo prácticamente nada para combatir el daño que ya se ha hecho.
Sin embargo, los principales científicos han propuesto avances tecnológicos que también podrían ser una amenaza a la supervivencia de la humanidad.
El Dr. Nick Bostrom del Instituto Futuro de la Humanidad ha comparado nuestra actitud frente a la tecnología como como un arma peligrosa en manos de un niño.
Dice que son de particular interés los avances en la nanotecnología.
Celebra como un milagro médico que las nanopartículas tienen el potencial de ayudar a curas para el cáncer y permiten a amputados recuperar el sentido del tacto.
Actualmente se utilizan en todo, desde crema solar (algunas nanopartículas se han encontrado que son tan tóxicos como el cloro) hasta en ropa deportiva. Algunas son tan peligrosas que en 2010 varios trabajadores de fábricas chinas que se ocupaban de estas partículas desarrollaron daño pulmonar grave, dos murieron a causa del efecto.
El trastorno conocido como "Toxic Gossip", hace que las partículas circulen por las paredes de tejido en los pulmones, lo que provoca la muerte celular, haciendo que el sistema respiratorio se descomponga de manera irreversible.
El genetista Sean O'Heigeartaigh señala que si bien la tecnología en un laboratorio podría considerarse perfectamente segura, una vez desatada en el mundo puede afectar de sobremanera y de formas que no podemos prever.
Miles de productos habilitados para la nanotecnología están actualmente en circulación en todo el mundo, muchos de los cuales estamos utilizando todos los días. Sin embargo, sin experiencia sustancial de cómo funcionan, no estamos seguros acerca de lo peligroso que podría ser realmente y los efectos secundarios de los mismos.
¿Podría ser que ya hemos desatado la tecnología que anunciará la destrucción de la humanidad en el planeta? A medida que avanza la tecnología y el mundo natural comienza a volverse contra las especies que le han hecho tanto daño, parece que la humanidad enfrenta peligro de todos los lados.
Y si seguimos causando estragos en el mundo que nos rodea, los hijos de los nacidos hoy podrían ser la generación testigo de la destrucción de la humanidad.
