Un clima espeluznante hace extremadamente difícil la simple supervivencia y protege sus más profundos enigmas, preservando el último lugar que no ha sido colonizado por el hombre.
Alcanzando temperaturas extremas de casi cien grados bajo cero, que te convertirían en hielo con solo exponerte, pocos son los que se han aventurado a la exploración de la zona más hostil para la vida en la tierra.
¿Qué misterios esconde?
Esta, es la lista de misterios de la Antártida que deberías conocer.
Desde los años 60 un misterio sorprendió a los científicos que analizaban el continente helado: Entre Octubre y Diciembre los micrófonos submarinos cercanos a la costa captaban un extraño sonido de origen desconocido, muy semejante a lo que se esperaría de un pato, por lo que fue denominado Bio Duck.
Por un lado, la constancia y la exactitud de su frecuencia hizo que en principio se descartara que pudiera provenir de un ser vivo, por lo que comenzó a sospecharse la presencia de submarinos bajo el agua, o elementos humanos de alta tecnología en el fondo del océano.
Por otro lado, el captarse siempre entre Octubre y Diciembre sin excepción, parecía indicar que un animal migratorio desconocido podía ser el causante.
El Bio Duck se convirtió rápidamente en un misterio inexplicado conocido en todo el mundo.
Y no fue hasta 2013, tras más de 50 años intentando saber que era, cuando se resolvió el dilema: el responsable del extraño sonido, era la ballena alada bonaerense, o rorcual austral, una especie de pequeño cetáceo de 9 toneladas quien emite el extraño y repetitivo sonido como tono de llamada, que mantuvo en vilo a toda la comunidad científica hasta que fue desentrañado.
En la Antártida, bajo la parte oeste de Australia, cien kilómetros tierra adentro, se sitúan unas de las más llamativas anomalías detectadas jamás en el continente helado.
Fácilmente visibles desde el satélite en una franja apenas cubierta por el hielo se observan dos grandes oquedades de unos 50 metros de amplitud, y separadas unos 10 kilómetros entre sí.
Las especulaciones son muchas, y más todavía porque jamás han sido exploradas. No existe un sólo reporte de ninguna investigación que haya llegado a esa zona, ni se conoce su profundidad, ni a donde conducen, ni si están conectados, ni su extraño origen, ni nada de nada. Y si alguien ha alcanzado ese punto o si ha sido creado por el hombre, permanece en archivos con grandes sellos de ultra secreto en la carpeta.
Si pensabas que no quedaba nada sin explorar en la superficie de la Tierra, te equivocas.
Y mientras no alcance alguien presencialmente a la zona , y decida bajar a ver que son esos agujeros, el misterio y la especulación, estarán muy presentes en las denominadas puertas de la Antártida.
El Lago Vostok que está situado en la Antártida, ocupa una extensión de 5.400 kms 2, y tiene una profundidad de hasta 600 metros. Su peculiaridad reside en que alberga el agua líquida más pura del planeta cubierta por casi 4 kms de hielo, llevando sellado e inalterado 1 millón de años, y está plagado de anomalías aun sin explicación.
Imagina un enorme lago, y cubrelo con una descomunal bóveda de hielo de 4 kms de grosor.
Para empezar la temperatura del agua es de líquido, cosa que se consideraría imposible en cualquier otro lugar.
El oxígeno en el agua que contiene es 50 veces superior a cualquier otra masa de agua dulce del mundo, lo que supondría un reto para organismos vivos, al exponerse a altos niveles de oxidación.
Y sin embargo, muestras del agua del lago que pudieron ser recogidas el año pasado, contienen ADN de bacterias desconocidas.
En el Lago ha evolucionado vida, y al estar totalmente aislado, de manera diferente al resto del planeta. Este hecho multiplica la posibilidad de que exista vida en Europa, luna de Júpiter, cuyas características son muy similares a los del lago Vostok.
A todo esto hay que sumar que en el año 2001 se descubrió que el lago poseía una potentísima anomalía magnética de origen desconocido en su zona sudeste, que además, no está localizada en una zona puntual sino que ocupa una superficie de un cuadrado de 13 kilómetros de lado. A día de hoy, se desconoce que existe bajo el lago capaz de causar ese potente campo magnético.
La operación HighJump fueron unas supuestas pruebas de equipamiento en condiciones de frío extremo y experimentos científicos llevados a cabo en la Antártida en 1947 por los Estados Unidos, dos años después de la segunda guerra mundial.
La colosal magnitud del proyecto, de muy alto potencial bélico, en el que se incluyeron porta aeronaves, destructores, submarinos, así como una fuerza humana de 5 mil hombres, dividida en 3 grupos operativos, parece no encajar con los modestos planes iniciales, y desató todo tipo de especulaciones acerca de su cometido.
La expedición contaba con una duración estimada de 8 meses, pero apenas ocho semanas después estaban de regreso.
La pérdida de algunas aeronaves y el posterior suicidio en circunstancias dudosas del Secretario de Defensa Americano James Forrestal, sumado a lo anteriormente dicho, dispararon las hipótesis acerca de que la flota pudiera haber sido lanzada para rastrear y destruir una base secreta nazi que habría sido construida antes del comienzo de la segunda guerra mundial y podría haber quedado aislada mantenida por una pequeña fuerza de contingencia dando protección a algún alto mando del partido nazi.
Y es que 5 mil hombres, 8 meses previstos, y una alta potencia de fuego, no parecen encajar con la realización de unas pruebas y trazar unos mapas.
El interés alemán por la Antártida proviene de finales del siglo XIX cuando lanzaron las primeras expediciones al continente helado como tantos otros países.
A comienzos del siglo XX estas expediciones quedaron en el olvido hasta que los nazis renovaron este enigmático interés plagado de secretismos.
En 1938 partió una expedición secreta del puerto de Hamburgo, cuyo objetivo era en teoría el de construir una base para facilitar la obtención de grasa de ballena, y cartografiar la zona para el establecimiento de una base naval.
Ya en la Antártida esta expedición se asentó, y pasó a controlar una superficie el doble de grande que Alemania, a la que denominaron Nueva Suabia, delimitándola con esvásticas.
Entre sus hallazgos confirmados se encuentra el Oasis de las montañas Schirmacher, una zona libre de hielo de 25 kilómetros de longitud, con lagos de agua líquida debido a la existencia de fuentes termales.
La presencia nazi en la zona se hizo ostensible con la captura de numerosos barcos que circulaban por la zona por parte de patrullas alemanas, y dio origen a la especulación acerca de una base nazi que estaría situada entre la Antártida Argentina y la parte más cercana a África.
Otros muchos afirman que pudo ser refugio de Hitler durante algún tiempo tras simular su muerte al final de la Segunda Guerra Mundial, para después cruzar a Argentina.
Sea cual sea la realidad, el interés nazi en la Antártida era alto y concreto y posiblemente se desconocen la mayoría de sus actividades en el continente helado, lo que sumado a que las mayores pruebas acerca de la muerte de Hitler, como su calavera, se han demostrado falsas, han dado lugar a diversas teorías de la conspiración, que quizás, y sólo quizás, no lo sean tanto.
Y es que la Antártida por lo inaccesible y desconocido de sus tierras, se mantiene como un lugar fetiche para el misterio.
Un territorio virgen y apenas explorado que amenaza con matar a todo el que se adentre sin la preparación adecuada.
Y ten por seguro, que sus hielos, seguirán escondiendo misterios que ni siquiera conocemos durante miles y miles de años, guardando decenas de secretos que quizás nuestros ojos no estén preparados para ver.
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