Según un estudio publicado en el diario italiano II Mattino, los restos del príncipe rumano Vlad III el Empalador, que dio origen a la figura del literario vampiro Drácula, estarían enterrados en un claustro de la iglesia de Santa María La Nova, en Nápoles, Italia.
Y es que varios expertos apuntan que en este lugar existe una tumba de mármol cubierta con los símbolos típicos de la Orden del Dragón a la que pertenecía Vlad Tepes: un dragón y dos esfinges opuestas.
Algo que cobraría sentido si recordamos la leyenda que cuenta que la hija de el Empalador se casó con el conde Giacamo Alfonso Ferrillo, quien supuestamente pudo haber pagado el rescate por el príncipe rumano del siglo XV cuando este fue apresado por los turcos.
Esto implicaría que Vlad III no murió en combate, como se creía hasta ahora, sino en Nápoles, Italia.
Mientras se espera a la apertura de la tumba para estudiar los restos depositados en ella, son muchas las voces que han demostrado su desacuerdo con estas conclusiones.
De lo que no hay duda es de que esta iglesia napolitana se ha convertido en un nuevo destino para el estudio del enigma de Vlad Tepes.
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