Una extraña leyenda de pacto demoniaco tiene como supuesto protagonista al general estadounidense Jonathan Moulton, quien desempeñó un papel relevante en los primeros años del actual estado de New Hampshire y en la guerra de Independencia de Estados Unidos.
Su tarea lo hizo merecedor de diversas distinciones militares antes de regresar a la vida civil.
Existen diversas leyendas sobrenaturales que lo tienen como protagonista.
Una hace referencia a una suerte de pacto fáustico; según se afirma, su casa ardió en llamas y con ella perdió sus propiedades, así que para paliar sus problemas financieros, invocó al diablo y le propuso un plan audaz.
Le vendió su alma a cambio de la promesa del demonio de que le llenara sus botas con monedas de oro cada mes.
Una vez que el pacto se selló, Moulton recorrió New Hampshire en busca del par de botas más grande.
Al mes siguiente, cuando el demonio volvió para cumplir con la parte del trato que le correspondía, se dio cuenta de que, sin importar el número de monedas que vertiera en las botas, éstas nunca se llenaban.
El problema no era el tamaño, sino que Moulton les había quitado la suela y las había colocado sobre una sección del suelo en la que había una oquedad donde iban cayendo todas las piezas de oro.
Indignado por lo que consideró una afrenta a su poder, el demonio rompió el trato e incendió la nueva casa del general Moulton.
Tras el fallecimiento de éste, sus restos fueron inhumados en el panteón local y supuestamente desaparecieron poco después; aunque se desconocen las circunstancias reales de los hechos, llegó a decirse que Satanás se los había llevado para cobrarle según el pacto celebrado.
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