Cada año, durante la temporada de lluvias, miles de millones de mosquitos
(pequeñas moscas) salen de las aguas del Lago Victoria, en África, y vuelan en
enjambres gigantes que se dice son tan densos que pueden asfixiar a una persona.
Sin embargo, para las personas que viven en las orillas del gran lago, son
sólo una fuente de proteínas.
Algunas especies de aves migran hacia el Lago Victoria durante la
temporada de lluvias para poder disfrutar de esta fiesta gratuita.
Las moscas
crean un especie de constante zumbido, viven y cubren todas las superficies
disponibles ya que se encuentran en su ritual de apareamiento.
Pero no importa cuántos de ellas sean engullidos por las aves y otros
depredadores naturales, siempre hay más que suficiente para los lugareños.
Tan
repugnante como nos pueda parecer, la realidad es que constituyen una enorme
cantidad de biomasa equivalente a grandes manadas de caza mayor.
Las personas que viven en las orillas del lago Victoria, simplemente no
pueden ignorar la proteína nutritiva que vuela a su alrededor, por lo que
capturan las moscas y las cocinan como hamburguesas de mosca al carbón.
Con las moscas, literalmente, llenando el aire, la captura de ellas no es
un gran reto y requiere sólo herramientas rudimentarias como ollas y sartenes.
Comunidades enteras participan en la caza de los mosquitos, humedeciendo sus
ollas para hacer que las moscas se peguen.
Luego las apelmazan para hacer una masa de moscas, que se cocinan como
hamburguesas regulares. Cada pieza contiene alrededor de 500 000 moscas, pero es
hasta siete veces más nutritiva que la hamburguesa promedio de la carne de
vacuno.
Para las personas que normalmente tienen poca proteína en su dieta, estas
hamburguesas son un regalo del cielo, y en tiempos de hambruna pueden salvar
vidas.
Cada pueblo tiene su propia receta de hamburguesas de mosca, pero no
importa como se cocinan, siempre van como pan caliente.
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