El responsable de que este relato haya llegado hasta nuestros días fue el clérigo Walter de Bingham.
Al no poder cumplir su promesa de participar en la Tercera Cruzada, Bingham decidió peregrinar a los lugares Santos de Escocia, quedando plasmadas sus aventuras en el libro Itinerarium Scotiae.
Entre ellas, los investigadores se han topado con una historia sorprendente, ya que contiene la descripción de un encuentro con el monstruo del lago Ness, de hace cientos de años.
Fue una tarde de verano cuando, buscando el clérigo un paso seguro a través del río Ness (río que fluye del extremo norte del Lago) solicitó ayuda para cruzarlo a unos pescadores que faenaban por la zona.
Éstos, aterrorizados, se negaron. Finalmente, Bingham dio con un muchacho que se prestó a hacer de barquero a cambio de una moneda de plata.
Cruzaron sin contratiempos, pero a la vuelta la barca fue atacada por una gran bestia que la arrastró junto a su ocupante bajo las aguas.
La imagen que acompaña al relato, se encontraba en pésimas condiciones.
Ha sido gracias a una técnica pionera conocida como Re-Zoom Spectroscopy (ItZS), gracias a la cual los investigadores han podido “revivir” al monstruo siglos después.
La bestia descrita por Walter de Bingham estaría más cercana a un oso que a las descripciones que hoy en día se hacen del conocido monstruo, y puede ser dicho animal el origen de la leyenda que actualmente conocemos.
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