La fe mueve montañas y hace creer a los fieles cosas que a los no profesan dicha religión pueden parecemos meros disparates.
Esto podría aplicarse al singular caso de una momia recuperada por la policía de Mongolia justo cuando iba a ser vendida en el mercado negro.
Los restos momificados se hallaron el pasarlo 27 de enero en la provincia mongola de Songino Khairkhan, cubiertos por piel de vaca.
Lo más extraño del caso es que la momia que pertenece a un monje budista, se ha mantenido en posición de loto, meditando, según debió morir hace mas de 200 años, misterio que están intentando resolver los forenses que examinan los restos.
Un funcionario cuya identidad permanece en secreto señaló al diario The Siberian Times que el cuerpo fue robado de una cueva en la región Kobdsk por un hombre de 45 años, un tal Enthor, quien la ocultó en su casa de Ulan Bator mientras planeaba su venta ilegal.
Se cree que la momia puede tratarse de un maestro famoso Lama tibetano Dashi-Dorzo-Itigilov, quien también murió en esta sorprendente postura.
Lo que ha provocado que la prensa mundial se hiciera hecho eco del suceso es la extravagante declaración del famoso monje budista y médico del Dalai Lama, Barry Kerzin quien aseguró a los medios que el monje “no está muerto" sino que “se encuentra en un estado de meditación muy profundo”, conocido en la tradición espiritual como tukdam.
Según afirmó, “Si el monje puede continuar en ese estado de meditación, puede llegar a convertirse en un Buda".
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