En 1981, la universidad australiana de Macquarie adquirió un manuscrito que provenía de algún monasterio del Alto Egipto.
Pero sus apenas veinte páginas, escritas en un dialecto copto, se convirtieron en una verdadera pesadilla para los epigrafistas de Macquarie, que durante más de tres décadas no dieron con el (código) para descifrar su contenido... hasta hoy.
Porque, finalmente, los profesores Malcolm Choaty e lain Gardner, de las universidades de Macquarie y Sidney respectivamente, dicen haber desvelado el verdadero sentido del texto.
Choat y Gardner están convencidos de que se trata de un manual para practicar hechizos, que incluye rituales amorosos, remedios para curar enfermedades físicas y también exorcismos contra los espíritus malignos, entre otras fórmulas mágicas.
En cuanto a los autores del manuscrito, es probable que fueran dos monjes o sacerdotes pertenecientes a la enigmática secta de los setianos, un grupo influenciado por el platonismo que atribuía su gnosis a Set, tercer hijo de Adán y Eva, y a Norea, esposa de Noé, personaje este último que identificaban con una especie de Sophia (caída en desgracia).
A propósito de esta secta, el manuscrito contiene varias invocaciones a Baktiotha, una misteriosa entidad a la que se refieren como (el Gran Uno que reina sobre las cuarenta y nueve serpientes).
Aunque escasas, las menciones a Baktiotha en otros textos setianos parecen aludir a (el Cristo).
No obstante, dado que los setianos ya eran considerados herejes por sus coetáneos (siglos II y III d. C.), habrían utilizado en sus manuscritos el exótico nombre de
Baktiotha para despistar a sus acusadores.
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