Las tasas de sobrevivencia han aumentado dramáticamente para muchas enfermedades; el Dr. Joao Pedro de Magalháes, del grupo de genómica integradora del envejecimiento en la Universidad de Liverpool, considera esto como "uno de los mayores logros de la tecnología".
"No creo que sea ético dejar que la gente muera sólo para controlar la sobrepoblación. Si las personas están sanas, tratarán de vivir el mayor tiempo posible; eso forma parte de la naturaleza humana", dice.
"Quizás haya un punto ideal, una esperanza de vida óptima en la que podamos
disfrutar de la longevidad sin causar problemas sociales.
Habría conflictos en países con sobrepoblación y con la disminución de los recursos.
Pero no es verdad que inevitablemente habrá una explosión demográfica.
En términos de crecimiento de población, el factor número uno no es la cantidad de años que las personas viven, sino el número de hijos que tienen.
Los países con el crecimiento de población más elevado no son los mismos donde la gente vive más".
Detener el envejecimiento no es suficiente por sí solo, dice el doctor Alex Zhavoronkov, director de la Fundación para la investigación biogerontología y autor de The Ageless Generation: How Advances in Biomedicine Will Transform the
Global Economy (La generación sin edad: cómo los avances en la biomedicina transformarán la economía global).
"La única manera de asegurarnos que no vayamos a la quiebra es aumentar la longevidad productiva de las personas", dice.
"No tenemos otra opción o alternativa. Si no actuamos rápidamente para ampliar
una longevidad sana y productiva, es probable que en los próximos 20 años habrá un colapso económico mayor mucho peor que el calentamiento global o el agotamiento de los combustibles fósiles".
No hay comentarios.
Publicar un comentario