Chernóbil, en Ucrania, fue el escenario de la catástrofe nuclear más grande de todos los tiempos.
Hoy en día, la ciudad fantasma es uno de los lugares más peligrosos del mundo y sigue siendo el hogar de especies raras como los hongos que comen radiactividad.
Robots inspeccionaron el interior de la planta de energía nuclear y encontraron 37 especies de mutantes que crecen en medio de este infierno.
Una de las criaturas parece un moco negro y está creciendo por las paredes del reactor 4, responsable de la explosión en 1986.
El hallazgo sorprendió a los investigadores, después de todo el desastre y de sobrevivir a la radiación, el hongo también se alimenta de ella!
Otros estudios revelan que las especies de hongos están utilizando la melanina de la misma manera que las plantas utilizan clorofila.
Esto significa que los hongos mutados pudieron hacer una especie de "radio síntesis" y así depender de la radiación para sobrevivir.
Las especies más comunes que se encuentran en Chernóbil son variantes del Cladosporium sphaerospermum que causa la tiña, y del Penicillium hirsutum, que ataca los cultivos de ajo.
Otro misterio es "la forma en que estas formas de vida entraron en el reactor" ya que este fue sellado por una gran caja de hormigón después del desastre.
Se cree que los hongos penetraron a través del grueso hormigón.
Debes estar preguntándote si el hongo se puede salir de Chernóbil y extenderse por todo el país, o en un escenario más apocalíptico, el resto del mundo.
Los investigadores señalan que los mutantes no se llevan bien con el exterior, ya que necesitan a la radiación para alimentarse.
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