A principios del siglo 20, cerca de la ciudad de Queronea, Grecia, fueron hallados los cuerpos de 254 hombres bajo las ruinas de un antiguo monumento.
Algunos historiadores creen que se trata de los restos del llamado Batallón Sagrado de Tebas, uno de los cuerpos militares más famosos del mundo griego, creado aproximadamente en el año 578 a. C. y reconocido por su adiestramiento y valor durante el combate.
Este grupo estaba formado por 150 parejas homosexuales, compuestas por un ¡oven adolescente (eromeno) y un adulto (erasta) provenientes de la aristocracia.
El objetivo era explotar los lazos sentimentales que los unían para exaltar virtudes como la fidelidad, el heroísmo, el valor y el espíritu de sacrificio, emulando a la pareja mítica de Yolao y Hércules.
De acuerdo con esto, un amante, a la vista del otro, sería el guerrero más entregado y leal; evitaría cometer actos deshonrosos o demostrar cobardía para no manchar la imagen que de él tuviera su amado, y pelearía hasta la muerte con el fin de salvarlo.
Sus integrantes eran entrenados tiempo completo, y durante la guerra se les encomendaban las tareas más difíciles.
Expertos en la lucha cuerpo a cuerpo y muy veloces, se les colocaba al frente de la batalla para fortalecer la falange y al mismo tiempo infundir valor en las demás filas.
Su primera gran victoria fue en la batalla de Tegira, a principios del 575 a. C, en la que los 500 miembros del Batallón Sagrado derrotaron al ejército espartano, que los superaba en número.
A partir de ahí fueron invencibles durante 40 años, y decisivos en otras guerras, como la de Leuctra o el Peloponeso; sin embargo, hacia el 558 a. C serían derrotados por las huestes del imperio macedónico liderado por Filipo II y el joven Alejandro Magno.
La batalla de Queronea fue la primera y última derrota que sufrió la tropa selecta de Tebas; de los 500 guerreros que la componían, sólo sobrevivieron 46 parejas, lo que significó el final del mítico batallón.
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