El numero 666, es un número muy citado para hacer referencia a Satanás pero en realidad no es la marca de la bestia como la mayoría de la gente cree.
Aunque es menos memorable y sin duda no es tan extravagante, el número real es 616, de acuerdo con un antiguo fragmento de la Biblia.
El fragmento que viene en el libro del Apocalipsis, donde Juan, el misterioso autor, menciona la marca de la bestia como un tatuaje que tu tendrás que conseguir si quieres hacer negocios en el nuevo mundo apocalíptico.
Si no estás familiarizado con el libro del Apocalipsis, que es el último libro del Nuevo Testamento, en el se menciona que el mundo esencialmente llega a su fin, y el bien vence al mal.
Pero no antes de que pasen un montón de cosas terroríficas.
Los cuatro jinetes del apocalipsis (victoria, guerra, hambre y muerte) son liberados para causar estragos en el mundo.
Después de esto una especie de gran evento cataclismico también destruye el mundo, pero los fieles son recompensados con la exención de la próxima ronda de horrores.
Gran cantidad de fuego cae del cielo, una especie de criaturas descritas como langostas pican y devoran a todos los que no tengan la inmunidad que se ha mencionado anteriormente, y una tercera parte de lo que queda de la humanidad es aniquilada por una caballería demoníaca.
Finalmente, dos "bestias" hacen su aparición. Es en este punto en el Apocalipsis que la humanidad se habla en conseguir la Marca de la Bestia, ya sea en la frente o en la mano derecha. Juan escribe que la gente voluntariamente se dejan marcar porque no pueden "comprar o vender" sin ella.
La marca en sí mismo puede ser cualquiera de estas tres cosas: un símbolo, el nombre de la bestia, o el número. Y es aquí donde el número tradicional de "seiscientos sesenta y seis", o 666, viene.
Sin embargo, en 2005, el número fue revisado y cambio a 616 debido a un descubrimiento realizado en un antiguo vertedero de Egipto a las afueras de Oxirrinco.
Una gran colección de documentos muy antiguos, muchos de ellos ilegibles, fueron descubiertos.
Entre ellos se encontraba un pedazo de un manuscrito del siglo III que era del Libro de Apocalipsis. En esta pieza, el número es 616, y es el dado a la Bestia.
Esto no es sólo un número al azar, los números eran de uso frecuente en la antigüedad para ocultar el nombre de un enemigo.
En este caso, 616 probablemente se refiere al emperador Calígula del Imperio Romano, el poder gobernante de los no cristianos en el mundo en ese momento.
Así que 666 debe ser 616 es importante para la interpretación del libro de Apocalipsis, dando mayor credibilidad a la idea de que no es una predicción de un apocalipsis por ocurrir, sino una crítica política del Imperio Romano, oculto en símbolos y números para evitar una respuesta imperial.
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