En 1966, cuando el país estaba en una grave crisis económica, Bokassa dio un golpe de Estado y derrocó a su primo, el presidente David Dacko.
Durante una década se fortaleció eliminando a opositores y superó intentos de asesinato.
En ese proceso fue creciendo su delirio megalómano. Tras una entrevista con el líder libio Muammar al-Gaddafi, decidió poner fin a la República Centroafricana e instaurar una monarquía despótica y absolutista.
En 1977 organizó una ostentosa ceremonia de coronación que costó 20 millones de dólares.
Entre los preparativos, envió a Francia a los jinetes que participarían en el desfile para que perfeccionaran sus destrezas. Invitó a 2,000 dignatarios de todo el mundo y se mandó hacer lujosos y extravagantes ropajes.
El trono, con forma de águila y hecho de oro macizo, pesaba dos toneladas.
La corona tenia más de 2,000 piedras engastadas, y fue escoltado al recinto de la ceremonia en 60 autos Mercedes Benz.
Su poder absoluto le permitió adquirir costosos inmuebles en Francia, incluyendo cuatro castillos y una mansión de 5O habitaciones.
Saqueó las arcas públicas y transfirió millones de dólares a cuentas en el extranjero. Aparte de la emperatriz tuvo 16 esposas oficiales con las que procreó 62 hijos.
No conforme, mantenía un harén de amantes a las que instalaba en villas individuales que construía con el erario.
Sin embargo, la acusación mas grave es por la recurrente práctica del canibalismo en el menú del palacio.
Aunque la opinión pública internacional condenaba sus prácticas abusivas, el presidente francés Valéry Giscard d'Estaing suministró apoyo económico y militar a su régimen a cambio de valiosos regalos y ventajosos acuerdos comerciales.
En 1979 el apoyo francés a su gobierno se había reducido de manera sustancial y Bokassa ordenó acciones extremas para controlar la creciente oposición.
Finalmente un golpe de Estado lo derrocó.
Bokassa fue condenado a muerte in absentia en diciembre de 1980, pero volvió de su exilio en Francia aterrizando en Bangui el 24 de octubre de 1986.
Fue arrestado y juzgado por traición, asesinato, canibalismo y apropiación indebida de fondos estatales.
Durante el juicio fueron levantados los cargos de canibalismo, que no pudieron ser demostrados. El tribunal republicano condenó al Emperador a muerte el 12 de junio de 1987. La sentencia fue conmutada a cadena perpetua en febrero de 1988, pero sería reducida posteriormente a veinte años.
Con el retorno de la democracia en 1993, el presidente André Kolingba declaró una amnistía general a todos los presos en uno de sus últimos actos como presidente; el antiguo soberano y otros adictos a la Corte fueron liberados el 1 de agosto de aquel año.
Murió víctima de un ataque cardiaco el 3 de noviembre de 1996.
No hay comentarios.
Publicar un comentario