lunes, noviembre 12, 2012
Transformar la luz del sol en carburante limpio ya es posible.
La idea de almacenar energía solar para convertirla en hidrógeno no es nueva, pero un nuevo prototipo de bajo costo, utiliza agua y óxido para producir esta molécula, presentado este domingo en Nature Photonics, puede aumentar considerablemente el potencial de este sector.
Con el objetivo de conseguir energía disponible a cualquier hora del día y de la noche, los científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) desarrollaron una tecnología que transforma la luz del sol en un carburante limpio, el hidrógeno, pero utilizando materiales baratos.
La receta usa agua (H2O), compuesta por oxígeno e hidrógeno, y óxidos metálicos, por ejemplo el de hierro, que no es más que herrumbre.
El problema es que el óxido de hierro, un material abundante y estable, no es un buen semiconductor. El óxido de hierro utilizado por los investigadores es algo más complejo que el de un viejo clavo.
El "Nanoestructurado", contiene óxido de silicio y está cubierto con una capa nanométrica de óxido de aluminio y de cobalto: unos tratamientos que "optimizan las propiedades electroquímicas del material, pero que son sencillas de aplicar", recalca la EPFL en un comunicado.
El rendimiento del dispositivo, todavía experimental, es "modesto", admite, de entre 1.4 y 3.6 por ciento. Pero se espera que alcance un rendimiento del 10 por ciento en algunos años y de 16 por ciento a término, sin perder de vista el objetivo de bajo costo.
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