miércoles, septiembre 05, 2012
Estudiando los cinturones de radiación de la Tierra
El cohete no tripulado Atlas 5 despegó desde la base de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, Florida, para colocar un par de satélites científicos de la NASA fuertemente protegidos con los que pretende estudiar los anillos de radiación de la Tierra.
El cohete de 58 metros de alto, construido por la empresa United Launch Alliance,cruzó el Océano Atlántico hacia una órbita a 30 mil 645 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra.
En la parte superior lleva las sondas gemelas Radiation Belt Storm Probes, que se espera pasen dos años dando vueltas en torno a los cinturones de radiación de Van Allen, una región hostil que rodea la Tierra y que la mayoría de las naves espaciales tratan de evitar.
Bautizados con el nombre del físico de la Universidad de Iowa James Van Allen, los dos cinturones con forma de rosquilla, formados por partículas atrapadas, fueron descubiertos en 1958 por el Explorer 1, el primer satélite científico.
Se sostienen por el campo magnético terrestre, que atrapa las partículas con carga eléctrica del Sol y el espacio profundo.
Cómo se forman los cinturones y por qué en ocasiones se inflan es un antiguo misterio.
Entender el fenómeno es algo más que una simple curiosidad científica. Cada nave que orbita la Tierra, entre ellas la Estación Espacial Internacional de 100 mil millones de dólares y sus tripulantes, vuelan a través de estas regiones con elevada radiación, que pueden degradar los paneles solares y perjudicar los aparatos electrónicos.
"La sociedad moderna depende de los satélites y otras tecnologías basadas en el espacio (...) lo que hace inapreciable la investigación y la comprensión que venga (de las sondas) para construir satélites mejor protegidos en el futuro", dijeron el físico de Instituto de tecnología de Nueva Jersey y Lou Lanzerotti en una rueda de prensa previa al lanzamiento.
Sondas cruzadas Se espera que los satélites pasen los dos próximos años volando en tandem a través del corazón de los cinturones de radiación. El interno comienza a unos mil 46 kilómetros encima de la Tierra y se extiende hasta los alrededor de 12 mil 875 kilómetros, aunque en ocasiones puede bajar hasta los 201 kilómetros. La Estación Espacial vela a unos 402 kilómetros por encima de la Tierra.
El anillo exterior comienza a una altura de unos 12 mil 875 kilómetros y se extiende a unos 41.843 kilómetros.
Las sondas con energía solar, protegidas fuertemente para operar en los anillos de radiación, vuelan en unas órbitas ligeramente diferentes y elípticas inclinadas 10 grados hacia el Ecuador, lo que les permitirá cruzarse periódicamente.
Las operaciones científicas tienen previsto comenzar tras una comprobación de instrumentos.
Las mediciones duales son clave para entender cómo se hinchan y contraen los anillos con el tiempo y en respuesta a la actividad solar.
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