Orión desde el Spitzer
NASA. Pocas vistas cósmicas excitan la imaginación como la Nebulosa de Orión, una inmensa matrona de 1.500 años luz. Extendiéndose 40 años luz sobre la región, esta nueva imagen en infrarrojos desde el Telescopio Espacial Spitzer se construyó con datos destinados a monitorizar el brillo de las jóvenes estrellas de la nebulosa, muchas de las cuales están formadas por polvo que componen discos de formación de planetas.
Las jóvenes estrellas de Orión son sólo tienen un millón de años de antigüedad, pocos comparados con los 4.6 billones (americanos) de años de nuestro Sol.
La región más caliente de las estrellas han sido encontradas en el Grupo Trapecio, el más brillante grupo cerca del centro de la imagen.
El helio líquido del Spitzer para enfriar se acabó en mayo de 2009, por tanto los falsos colores de está imagen vienen de los dos caneles que aún quedan con sensibilidad a la luz infrarroja en operaciones con temperaturas altas.
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