Una nueva imagen de la cámara HiRISE de MRO
en el que se observan montículos de depósitos
estratificados del polo sur de Marte / NASA
Viajamos a Marte en busca de vida, pero puede que seamos nosotros los que estemos llevándola al Planeta rojo. Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Florida Central afirma que las bacterias comunes que viajan en las naves espaciales son capaces de sobrevivir al duro ambiente marciano lo suficiente como para contaminar inadvertidamente la superficie del planeta con vida terrestre. El descuido puede ser un problema, ya que, si algún día encontramos un organismo vivo en ese lejano mundo tendremos que preguntarnos si es realmente extraterrestre o su cara nos resulta... excesivamente familiar.
La búsqueda de vida en Marte es uno de los objetivos confesos de los programas de exploración de los astrobiólogos de la NASA. El Planeta Rojo se ha convertido en uno de los grandes objetivos de la agencia espacial norteamericana, especialmente después de que los planes de regresar a la Luna se vinieran abajo y Obama planteara un cambio radical en las ambiciones espaciales de EE.UU. Para preservar un ambiente prístino, los especialistas se esfuerzan por garantizar la esterilización de carga biológica en las naves espaciales, pero estudios recientes han demostrado que diversas comunidades microbianas permanecen en el momento del lanzamiento. Las especies más resistentes, como los estafilococos, estreptococos, acinetobacter, bacilo coli, pueden sobrevivir en las más duras condiciones.
Cuestión de supervivencia
El equipo de investigación replicó el ambiente de Marte en laboratorio, de forma que crearon un espacio seco, de bajas temperaturas y radiación UV. Durante una semana de estudios, encontraron que la Escherichia coli, una bacteria potencialmente contaminante de la nave espacial, puede sobrevivir en la superficie de Marte si está protegida de la radiación UV, algo que puede conseguir oculta sencillamente por finas capas de polvo o escondida en grietas de las sondas espaciales.
«Si la supervivencia microbiana a largo plazo es posible en Marte, las pasadas o futuras exploraciones del planeta pueden proporcionar materiales biológicos para la siembra de la vida terrestre», sentencian los científicos. De esta forma, «una diversidad de especies microbianas debe ser estudiada para caracterizar su potencial de supervivencia a largo plazo en Marte».
visto en Abc.es
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