Un mapa de todo el cielo realizado por la nave IBEX reveló un sorprendente lazo brillante de emisión procedente del borde del Sistema Solar.
Un misterioso lazo observado en el borde del Sistema Solar ha resultado ser un reflejo de partículas emitidas desde el Sol, según han encontrado los científicos.
El lazo espacial – una larga banda de emisiones de partículas de alta energía — fue observado por primera vez el año pasado por la nave IBEX de la NASA (Explorador de la Frontera Interestelar), la cual estudia la frontera entre nuestro Sistema Solar y el resto de la galaxia. Los científicos quedaron desconcertados, catalogando el descubrimiendo como un “resultado impactante”.
Pero ahora los investigadores creen que han descubierto el origen de la extraña estructura.
“Creemos que el lazo es un reflejo”, dijo Jacob Heerikhuisen, investigador heliofísico invitado de la NASA procedente de la Universidad de Alabama en Huntsville. “Es donde las partículas de viento solar impactan de frente en el espacio interestelar y son reflejadas de vuelta al Sistema Solar por un campo magnético galáctico”.
El Sol emite un flujo de partículas cargadas conocido como viento solar. Estas partículas aparentemente viajan hasta el borde del Sistema Solar, donde se encuentran con un potente campo magnético procedente del resto de la galaxia, que las catapulta de vuelta a la dirección en la que vinieron.
“Éste es un hallazgo importante”, dijo Arik Posner, científico del programa IBEX en las oficinas centrales de la NASA en Washington, D.C. “El espacio interestelar está justo más allá del borde del Sistema Solar y es un territorio en su mayor parte inexplorado. Ahora sabemos que podría haber un potente y bien organizado campo magnético justo en nuestro umbral”.
IBEX es una nave que orbita la Tierra lanzada en octubre de 2008 para monitorizar los átomos neutros de entrada originados a miles de millones de kilómetros de distancia en el límite entre el Sistema Solar y el frío y vasto espacio.
El lazo que vio IBEX es enorme y se extiende casi por todo el cielo, lo que sugiere que el campo magnético que hay detrás debe ser igualmente enorme. La estructura no emite luz, sino que en lugar de esto envía estas partículas neutras energéticas que capta IBEX.
“Si el mecanismo es corecto – y no todo el mundo está de acuerdo – entonces la forma del lazo nos dice mucho sobre la orientación del campo magnético en nuestro rincón de la galaxia de la Vía Láctea”, dijo Heerikhuisen.
El Sistema Solar está pasando a través de una región de la Vía Láctea repleta de rayos cósmicos y nubes interestelares. El campo magnético de nuestro Sol, inflado por el viento solar en una burbuja conocida como heliosfera, nos protege sustancialmente de estas cosas. No obstante, la propia burbuja es vulnerable a los campos externos. Un potente campo magnético justo fuera del Sistema Solar podrían presionar contra la heliosfera e interactuar con ella de formas desconocidas.
“IBEX monitorizará el lazo de cerca en los próximos meses y años”, dijo Posner. “Podríamos ver la forma del cambio del lazo – y eso nos diría cómo estamos interactuando con la galaxia”.
Los investigadores informaron de sus hallazgos en el ejemplar del 10 de enero de la revista Astrophysical Journal Letters.
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