Mediterráneo español, un sumidero de CO2 / Grandes enigmas y misterios del mundo

martes, septiembre 01, 2009

Mediterráneo español, un sumidero de CO2


los océanos son los grandes sumideros de dióxido de carbono, ya que retiran de la atmósfera este gas, uno de los responsables del efecto invernadero, exportándolo hacia aguas más profundas.
El Mediterráneo español presenta unos valores muy bajos de CO2, lo que significa que una importante cantidad de dióxido de carbono podría ser todavía inyectada hacia el interior del mar y eliminada de la atmósfera, según un estudio hecho por el velero científico Vell Marí, patrocinado por la Caixa.
Si el sistema "funciona", el mar recibe aportes de CO2 de la atmósfera, que es utilizado, por ejemplo, por el fitoplancton para producir oxígeno y por vegetales como la posidonia para realizar la fotosíntesis, así como para la formación de carbonato cálcico, ambos procesos 'secuestrando' dióxido de carbono de las aguas superficiales.
Desgraciadamente, apuntan los autores del estudio, la capacidad para absorber CO2 está disminuyendo debido a las enormes cantidades que se emiten, que el mar no es capaz de procesar.
El Mediterráneo, una cuenca de evaporación conectada con el Atlántico a través del estrecho Gibraltar, es un área especialmente sensible a la mayor parte de los procesos que actúan sobre el sistema climático global, como la salinidad, la temperatura y el aumento de dióxido de carbono.
La absorción de grandes cantidades de dióxido de carbono y calor provoca cambios significativos en los océanos que son devastadores para sus ecosistemas y los asentamientos humanos que de ellos dependen.
En este caso el CO2 disuelto en el agua se comporta como un ácido, lo que ataca a los carbonatos de animales y rocas, que convierten a los organismos calcáreos -como moluscos, crustáceos y corales, entre otros- en más vulnerables a la disolución.
Análisis de las aguas
El estudio, en el que ha participado también la Fundación para la Conservación de Animales Marinos, ha analizado la absorción y la emisión de CO2 en el litoral mediterráneo español, especialmente importante en el período invierno-primavera, en un proceso que ayuda a combatir los efectos de este gas en el calentamiento global.
Según las muestras tomadas, las aguas de las costas de Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares presentan 250 microatmósferas de CO2 disuelto -300 en el litoral andaluz- por debajo de la presión parcial de este gas en la atmósfera (375), debido sobre todo a la temperatura del agua y al alto índice de salinidad durante el período estudiado.
Esta diferencia indica "claramente", señalan los autores del estudio, que de enero a abril de 2009 el Mediterráneo español actuó como un importante sumidero de dióxido de carbono atmosférico.
Estas muestras de agua han sido analizadas por el Grupo de Investigación Química Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (QUIMA) y los resultados se incluirán en la base de datos del proyecto europeo Carboocean, cuyo objetivo es conocer el balance del carbono marino de los últimos 200 años.
Para determinar la relación de la presión parcial del CO2 o su proporción en la mezcla total de gases en el océano, el Vell Marí registró de forma continúa los valores de salinidad y temperatura con termosalinógrafo, y la concentración de clorofila a través de un fluorómetro.
"El sistema que tenemos aquí mide el ph en el agua de mar. Se toma una muestra, se pasa a través de un serpentín, se mezcla con un indicador y medimos qué color resulta al mezclar ese indicador con el agua de mar", explica el investigador del grupo QUIMA Melchor González Dávila.
La comunidad científica advierte de que el exceso de dióxido de carbono puede revertir el proceso: el mar se convierte en un emisor de CO2 y alimenta el calentamiento global.


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