Allá por el año1953 un chileno llamado Jenaro Gajardo Vera se transformó en el legítimo dueño de nuestro satélite natural conocido como La Luna. El método para adjudicársela fue bastante sencillo: Publicó 3 avisos en el Diario Oficial por si acaso alguien reclamaba la Luna, como nadie lo hizo procedió a inscribirla en como su propiedad en el Conservador de Bienes Raices de Talca previo desembolso de 42 pesos de la época (¿o 42.000?).
Si bien Gajardo Vera supo en todo momento que la Luna era patrimonio de la humanidad, tuvo un par de motivaciones que justificaron su compra y que explicó después:
1. Fue un acto poético de protesta en que quiso intervenir en la selección de los posibles habitantes del satélite. En sus planes estaba habitar un mundo sin violencia, envidia, odio ni vicios por el estilo. Esta es la motivación elevada.
2. La motivación mundana era que habia comprado la Luna para poder formar parte del Club Social de Talca para el cual era requisito de afiliación tener alguna propiedad.
El año 1969, antes del alunizaje del Apolo XI, el presidente Nixon envió un comunicado que se hizo llegar a Jenaro mediante la embajada norteamericana en Santiago. El comunicado decía: "Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Armstrong en el satelite lunar que le pertenece"; a lo que nuestro Jenaro responde: "En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta walt Withman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que me pertenece, y lo que más me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, de esos valientes, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias , señor Presidente". Todo un visionario el hombre.
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