La organización ecologista Greenpeace celebró hoy el proyecto Desertec, puesto en marcha por varias compañías alemanas, que prevé establecer grandes centrales de energía solar y parques eólicos en el norte de África y Oriente Medio para la producción de electricidad.
Veinte grandes grupos alemanes, entre ellos Siemens, RWE, E.On y Deutsche Bank, respaldan la iniciativa con la que se espera poder suministrar en el futuro, a través de cables de alto voltaje bajo el mar Mediterráneo, el 15% de la energía que consume Europa.
"Los consorcios energéticos, los institutos financieros y los constructores pueden convertir el uso de la electricidad extraída de los desiertos en un modelo para el resto del mundo" , afirmó hoy Greenpeace.
Para la organización, el uso de la energía solar para el suministro eléctrico no debe ser una acción aislada y el sector energético debe asumirlo como una alternativa a otras fuentes "perjudiciales" como la energía nuclear o la térmica.
Según la organización, de proliferar proyectos como Desertec a escala internacional, la industria alemana podría crear hasta 250 mil puestos de trabajo con la construcción de plantas solares y parques eólicos.
"Las empresas alemanas tienen el capital necesario y el conocimiento técnico para convertir en un modelo de éxito la obtención de energía limpia en el desierto" , apuntó la asociación ecologista.
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