Durante la misa del mediodía fue cuando los parroquianos de la iglesia primero notaron este evento increíble.
El padre de la iglesia, el padre Pepe, primero pensó que algún bromista la había mojado.
Algunos de los feligreses le secaron la cara y, sin embargo, las lágrimas siguieron cayendo. Después de ver esto, Pepe creía que Dios estaba enviando un mensaje.
Él le explica: "Creo que es un recordatorio para que todos nosotros nos acerquemos más a Dios y dejar de ser violentos y unirnos. Necesitamos ser independientes del credo de nuestra raza, de nuestro idioma y recordar que hay algo superior ".
Tras una inspección más cercana, las lágrimas parecían ser de una sustancia aceitosa en lugar de agua, y olían a rosas. Actualmente, hay una investigación en marcha para ver si realmente está siendo causada por Dios. El Diácono Jim Winder se mantendrá escéptico hasta que se revelen los resultados de la investigación.
Los feligreses que presenciaron esto de primera mano creen que es un evento sobrenatural, de hecho, un milagro y no parecen tener ningún interés en esperar los resultados de la investigación.
Muchas personas han viajado cientos de kilómetros para ver de primera mano este sorprendente suceso. Algunos de ellos han viajado por su fe y otros porque son simplemente curiosos.
Ha habido tantos visitantes que la iglesia ha dejado sus puertas abiertas para todos los que quieran ver a la Virgen de Guadalupe llorando.
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