En el Libro de los Números, capítulo IX y versículo 15, leemos:
El día en que se erigió el Tabernáculo, la Nube cubrió el Tabernáculo, la Tienda del Testimonio.
Por la tarde se quedaba sobre el Tabernáculo, tomando aspecto de fuego hasta la mañana.
Así sucedía permanentemente: la Nube lo cubría y por la noche tenía aspecto de fuego. Cuando se levantaba la Nube de encima de la tienda, los hijos de Israel levantaban el campamento, y en el lugar en el que se paraba la Nube, acampaban los hijos de Israel.
A la orden de Yahvé partían los hijos de Israel y a la orden de Yahvé acampaban. Quedaban acampados todos los días que la Nube estaba posada sobre el Tabernáculo.
Si se detenía muchos días la Nube sobre el Tabernáculo, los hijos de Israel cumplían el ritual de culto a Yahvé y no partían....
El Tabernáculo o Tienda del Testimonio era un santuario móvil construido por los hebreos, siguiendo las precisas instrucciones ofrecidas por Yahvé a Moisés.
Allí se custodiaban una serie de objetos sagrados, entre ellos el Arca de la Alianza.
Yahvé constantemente daba muestras de que su único interlocutor válido era Moisés, a fin de afianzar su liderato, tal como leemos en Éxodo XXXIII, 7-12:
Cuando Moisés se dirigía a la Tienda, se levantaba el pueblo todo, estándose todos a las puertas de sus tiendas, y seguían con sus ojos a Moisés, hasta que este entraba en la Tienda.
Una vez que entraba en ella Moisés, bajaba la columna de nube, y se paraba a la entrada de la Tienda, y Yahvé hablaba con Moisés.
Todo el pueblo, al ver la columna de nube parada ante la entrada de la Tienda, se alzaba, y se prosternaba a la entrada de sus tiendas.
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