Arqueólogos rusos encontraron el esqueleto de una mujer que vivía en los
Montes Urales en el siglo segundo, con un cráneo de gran tamaño, lo que algunos
han comparado con lo que se supone es la cabeza de un alienígena.
"El primero de los hallazgos son de una mujer con una deformación clara del
cráneo, que es de gran tamaño en su parte superior," dijo María Makurova,
directora del museo del sitio arqueológico de Arkaim en la región de Chelyabinsk
El experto explicó que los nómadas de la región utilizaban a "estirar" las
cabezas de sus hijos con la ayuda de cuerdas y tablones de madera, y esto hacia
que sus cráneos cambiaran tan dramáticamente con el tiempo.
Estos cráneos deformados, una práctica que también existía en el antiguo
Egipto y la India, se podían ver por estas tribus como un símbolo superior de
estatus social, un nuevo estándar de belleza o una manera de diferenciarse de
otras tribus, según Makurova.
Arkaim, es un sitio arqueológico descubierto en 1987, es conocido como el
"Stonehenge ruso" con muy buena conservación de sus fortificaciones defensivas y
tumbas, y por el hecho de que, al tener una forma de espiral, se asemeja a un
observatorio.
Algunos medios de prensa local y extranjera, además de los aficionados a lo
desconocido en las redes sociales, no han dudado en utilizar su imaginación para
decir que el cráneo parece un extraterrestre, por el excesivo tamaño de la
cabeza y sus órbitas.
Así Arkaim, que está en una colina, sería una especie de
lugar de comunicación entre humanos y alienígenas.
Sin embargo, los arqueólogos locales insisten en que la mujer probablemente
pertenecía a las personas conocidas como los sarmatos, que habitaron hace miles
de años las estepas de Ucrania, Kazajstán y el sur de Rusia.
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