La polémica técnica de extracción de gas 'shale' o gas de esquisto del subsuelo conocida como frackíng podría ya estarse aplicando en nuestros países.
No son pocos los ciudadanos estadounidenses, australianos, españoles e ingleses
que se oponen a este método en su territorio.
La polémica reside en la posibilidad de que pueda afectar al ambiente, contaminando mantos acuíferos; y en determinadas circunstancias se sospecha que causa temblores de tierra.
Quizá la mayor preocupación del procedimiento la constituya el líquido inyectado a presión para provocar las fracturas y liberar el gas que es recuperado por una tubería recubierta en parte con una camisa de cemento, compuesto por un propelente hecho con arena de cuarzo y un aditivo para evitar la fricción, el cual es muy tóxico; además, se requieren millones de litros de agua, lo que puede acaparar y contaminar el liquido en zonas donde este recurso sea escaso.
Fuente de la imagen : Greenpeace
No hay comentarios.
Publicar un comentario