Un día de 1973, el indio Sadhu Amar Bharati dejo atrás una buena vida de clase media en un país con una gran mayoría de la población pobre.
Devoto de Shiva, uno de los muchos dioses hindúes, Sadhu renunció a su trabajo, a su esposa y sus tres hijos y a todas sus posesiones para hacer honor a su divinidad.
Vivió tres años como un mendigo, dependiendo de la caridad para comer y su única posesión era un tridente de metal, conocido como trishula (instrumento utilizado por Shiva para destruir la ignorancia del hombre)
Pero Amar Sadhu no estaba satisfecho y decidió apelar a algo más radical : él levantó su brazo derecho hacia el cielo y no lo ha bajado jamás.
Amar no lo hizo sólo por el bien de Shiva. Dijo a los reporteros que su actitud fue una protesta para alcanzar la paz mundial.
A partir de ese día, él experimentó un entumecimiento y hormigueo típico cuando se duerme un brazo, por deficiente circulación.
Tuvo que soportar el dolor y el malestar que, según los informes, fueron disminuyendo con el tiempo y el brazo ya se mantenía erecto y sin ningún esfuerzo.
Los músculos del brazo resultaron atrofiados y hubo calcificación en las articulaciones, además de una notable diferencia en tamaño con relación al brazo izquierdo.
Amar tampoco se corta las uñas de la mano derecha, ya que por la elevación del brazo tendría que bajarlo para llegar a ellas.
Sus uñas han crecido desde entonces y tienen un aspecto de una espiral extraña entre sus dedos.
A pesar de que todo esto parece absurdo a la mentalidad del mundo occidental, los hindúes están acostumbrados a los religiosos que se sacrifican en nombre de sus deidades y están muy bien vistos por la comunidad, que les recompensa con el reconocimiento de estas acciones extrañas
Sadhu Amar Bharati es considerado por los seguidores de Shiva como un hombre santo, que abdicó el lujo y las comodidades materiales, en honor de su dios.
Ganó seguidores cuando levantó un brazo, incluso con algunos de ellos lo mantuvieron en posición vertical durante 10 años.
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