Con la aplicación de la informática a la biología, los investigadores plantean la intrigante posibilidad de que la vida surgió antes que la misma Tierra, habiéndose originado fuera de nuestro sistema solar.
En la película de ciencia-ficción Prometeo, los componentes básicos de la vida fueron proporcionados por una especie de proto-humanos de otro planeta.
La Ley de Moore es la teoría en la que se explica que las computadoras aumentan su complejidad de forma exponencial, duplicando su capacidad de proceso cada dos años.
Si aplicamos la ley de Moore para el cálculo de la complejidad computacional en los últimos años, esta se remonta a la década de 1960, cuando se inventó el primer microchip.
Dos genetistas aplicaron la Ley de Moore a la velocidad a la que la vida en la Tierra crece en complejidad (y los resultados sugieren que la vida orgánica apareció mucho antes que la propia Tierra).
Nuestro planeta se originó hace alrededor de 4,5 mil millones de años, mientras que la tesis afirma que la vida surgió por lo menos hace 10 mil millones de años, cuando el universo aún era joven.
Así que a pesar de que es matemáticamente posible que la vida existiera mucho antes de que nuestro planeta ¿Es esto físicamente posible?
Los científicos Alexei Sharov y Richard Gordon, autores del estudio dicen que sí.
Cuando nuestro sistema solar se estaba formando, las formas simples de la vida pueden haber sido traídas ( No solo a la tierra) en un proceso llamado panspermia .
Los cálculos de los científicos no son una prueba científica de que la vida precede a la Tierra (no hay manera de saber con certeza que la complejidad orgánica aumentó a un ritmo constante en cualquier punto de la historia del universo)
Sin embargo, la idea plantea algunas posibilidades interesantes. Si la complejidad genética avanza a un ritmo constante, el desarrollo social y científico de cualquier forma de vida alienígena en la galaxia sería más o menos equivalente a la de los humanos.
En otras palabras, puede haber algunas civilizaciones extraterrestres inteligentes en la Vía Láctea.
El estudio de Sharov y Gordon traza un paralelo teórico y práctico entre el origen de la vida y la relación entre la vida y el conocimiento.
La evolución humana no ocurrió sólo en el genoma, sino también dentro de la mente, como la memoria, el lenguaje, la cultura, entre otros factores.
Aunque muchos investigadores se muestran escépticos sobre el punto de vista de Sharov y Gordon, la mayor hipótesis y mas probable del origen de la vida en la Tierra es que en realidad vino del espacio, a través de las colisiones de cometas y asteroides.
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