Aparte de esta respetable esperanza mística, existen diversos casos de supuestos muertos que regresaron a la vida.
En realidad no habían fallecido, pero presentaban diversas condiciones clínicas que eso hicieron creer a sus allegados e incluso a profesionales, quienes se sorprendieron
al verlos despertar.
La historia reciente ofrece algunos ejemplos curiosos :
En 2010, en Paraguay, los padres inconsolables de un bebé prematuro abrieron la caja para darle el último adiós, y descubrieron que no era niña, como les habían dicho, y que respiraba de nuevo.
Su padre, Alberto Cardozo, demandó al Instituto de Previsión Social, que había extendido el certificado de defunción.
En 2012 un joven hindú de 17 años, identificado como Radney, apareció inconsciente en un bosque y fue trasladado al hospital de Muzafíamagar, donde se le declaró muerto.
Cuando su autopsia estaba a punto de comenzar en la morgue, el joven despertó. El médico Pradeep Mittal fue suspendido por negligencia.
En junio de 2012 Kelvys Simao dos Santos, un brasileño de dos años, murió de neumonía.
Durante su velorio despertó y pidió un vaso de agua. Falleció en la ambulancia que lo conducía al hospital.
"Empezamos a gritar, no podíamos creer lo que estábamos viendo. Luego se recostó y no pudimos despertarlo. Se murió otra vez", relató su padre.
En noviembre de 2007 Zack Dunlap llegó a un hospital en Wichita Falls, Texas, lesionado por un accidente en motocicleta. Los médicos declararon su muerte cerebral. Cuando una enfermera se preparaba para retirarle los órganos que había donado, el joven de 21 años despertó y le agarró el brazo.
La familia atribuyó el milagro al Día de Acción de Gracias.
En marzo de 2012 Li Xiufeng, anciana china de 95 años habitante de Liulou, presentaba todos los signos de la muerte.
Sus familiares procedieron a velar el cadáver durante una semana. Éste desapareció sin explicación y luego hallaron a la abuela sentada en la cocina. “Dormí demasiado y desperté con mucha hambre", explicó a sus parientes.
En mayo de 2012 los directivos de un hospital egipcio dieron por muerto a Ham- di Hafez al-Nubi, un mesero de 28 años de la provincia de Luxor que había sufrido un infarto al corazón.
Su familia preparó el cadáver según la tradición islámica. Cuando una doctora acudió a expedir el certificado, sintió al cadáver tibio, Hamdi estaba vivo.
El velorio se transformó en una fiesta.
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