Los planetas errantes

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene aproximadamente entre 200 a 400 mil millones de estrellas.

Los astrónomos han descubierto que un gran número de ellas son como nuestro Sol, con planetas que orbitan alrededor de ellas.

La mayoría de la gente imaginan a un planeta alienígena orbitando alrededor de una estrella madre.

Durante décadas, ese fue el consenso de la astronomía.

Investigaciones recientes, sin embargo, sugieren que planetas errantes viajan por el espacio interestelar, libres de cualquier estrella, y estos superan en número a las estrellas en nuestra galaxia en 100,000 a 1.

Incluso si todas las estrellas en la Vía Láctea tuvieran tantos planetas como existen en nuestro sistema solar, todavía habría 12,500 planetas errantes por cada planeta en una órbita.

Los científicos han estado descubriendo bastantes planetas extrasolares. Hasta el momento hay 974 confirmados, orbitando 744 estrellas.

Un planeta errante se define como un cuerpo con masa planetaria que no orbita una estrella. Sólo existen cuatro candidatos específicos para ese título que conocemos, pero los científicos han podido deducir que debe haber muchísimos más.

Los planetas errantes son difíciles de observar porque nuestros métodos actuales de detección de planetas extrasolares se basan en la observación de los efectos que tienen sobre su estrella madre.

Un planeta puede pasar por delante de su estrella durante la órbita y oscurecerla un poco o hacerla tambalear con su fuerza gravitatoria, ambos de los cuales se puede observar con un telescopio.

Los planetas errantes sin embargo, sin ninguna fuente de radiación cerca, son mucho más difíciles de encontrar.

Ellos producen una pequeña cantidad de radiación infrarroja, que es lo que nos ha permitido detectar los que tenemos hasta ahora.

Los científicos solían pensar que estos planetas errantes se formaron durante la creación de un sistema solar típico y fueron expulsados ​​hacia el espacio interestelar.

Esto explicaría por que miles de millones de planetas están ahí afuera, pero observaciones recientes sugieren que los planetas errantes se podrían formar independientes de una estrella.

Las estrellas se forman en nubes masivas de polvo, pero si un pequeño cúmulo de polvo se desprende, se formará lo que los científicos denominan una "globulette"

Estas globulettes siguen siendo bastante grandes, 50 veces más anchas que la distancia entre Neptuno y el Sol, pero no lo suficientemente grande como para producir una estrella.

En cambio, el polvo se condensará en un planeta, destinado a viajar errante a través de la galaxia.

¿Podría una vida existir en un planeta errante ?

Es posible.

Puede haber océanos subterráneos a una temperatura adecuada, de acuerdo con los astrobiólogos.

Como en la Tierra, la vida podría desarrollarse alrededor de los respiraderos termales, en un ecosistema que no requiere de la luz solar.

También existe la posibilidad de que un planeta errante pueda pasar mucho más cerca de la Tierra de lo que nos imaginamos…