El estudio realizado por Tsuyoshi Shimmura y Takashi Yoshimura de la Universidad de Nagoya, publicado en la revista Current Sociology asegura que el canto de estas aves está relacionado con el ritmo circadiano es decir, su reloj biológico.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras colocar a varios gallos bajo luz artificial permanente.
Descubrieron que los animales siempre cantaban poco antes del alba, vieran o no la luz natural o la oscuridad.
Esto significa que actúan en respuesta a su sistema fisiológico.
El estudio también añade otros factores como la aparición de la luz cuando sale el sol o el canto que escuchan de otras aves.
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