Estas criaturas emprendedoras no sólo revelan la capacidad de recuperación de la vida en la Tierra, también las posibilidades de vida en otras partes del universo.
He aquí algunos ejemplos especialmente sorprendentes de los llamados organismos extremófilos:
Ni una gota para beber
Algunos organismos, como las algas Dunaliella descubiertas en el año 2010 en una cueva en el desierto de Atacama, Chile, pueden prosperar en muy poca agua.
A pesar de vivir en el lugar más seco de la Tierra, los microbios crecen en la parte superior de las telarañas y sacan provecho del rocío (las exiguas cantidades de humedad del aire que se condensan en las telarañas en las mañanas)
Sin oxígeno
Esta criatura recién descubierta, es un Loricifera identificada como una especie no descrita del género Spinoloricus.
Viven en un ambiente de anaerobiosis. Se trata de los primeros casos de metazoos que pueden vivir permanentemente sin oxígeno; se ha visto que no tienen mitocondrias, sino otro tipo de orgánulos.
Dentro de la pared
Los Endolitos son organismos que viven dentro de las rocas u otros lugares pensados imposibles para la vida, como en las grietas de las conchas de animales o los poros entre los granos de minerales.
Estas especies se han encontrado a más de 3 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra, y pueden vivir más profundamente.
El agua es escasa en estas profundidades, pero algunos estudios sugieren que se alimentan de hierro, potasio y azufre.
Si bien la elección de su residencia presenta algunas limitaciones, también proporciona protección contra fuertes vientos y la radiación del sol.
A prueba de la radiación
Otras especies extremas demuestran su valía por resistir cantidades intensas de radiación.
Por ejemplo, la bacteria Deinococcus radiodurans puede sobrevivir a una dosis de 15,000 gy de radiación, donde 10 gy matarían a un ser humano y con 1,000 gy bastan para matar a una cucaracha.
Esta especie, de hecho, es un ejemplo de supervivencia, abarca también la capacidad de sobrevivir en frío, deshidratación, vacío y en el ácido.
El Libro Guinness de los Récords tiene a la D. radiodurans como la bacteria más resistente del mundo.
Qué frío hace aquí
Algunos microbios, llamados psicrófilos, se encuentra en los hielos polares, los glaciares y las aguas profundas de los océanos y pueden soportar las gélidas temperaturas tan bajas como -15 grados Celsius.
Se componen principalmente de bacterias, hongos y algas, y contienen enzimas que están adaptadas para funcionar a bajas temperaturas.
Ellos se han encontrado, por ejemplo, en el congelado Ártico y debajo de tundra en Siberia.
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