De acuerdo con la leyenda, un árbol fue alcanzado por un rayo hace muchos años, y cambió de aspecto.
Su corteza retorcida se transformó en una imagen de Jesús colgado de la cruz.
Aunque la Iglesia Católica reconoce oficialmente milagros, ha declarado que este tipo de apariciones no son dignos de "revelación pública".
La diferencia entre la revelación pública contra la revelación privada ha sido motivo de controversia para la Iglesia, pero fue aclarada recientemente por el anterior Papa, Joseph Ratzinger.
Ratzinger declaró que las revelaciones públicas (esencialmente grandes milagros llamativos), terminaron con la muerte del último apóstol vivo en el año 100 dC
Apariciones, como estas han sido oficialmente reconocidas por la iglesia, pero se consideran como "revelaciones privadas", lo que significa que no todos tienen que creer en ellas. Tales revelaciones son obligatorias para quien las tiene, pero no para todos los católicos.
Por supuesto, para los no creyentes, el árbol no es ni revelación pública ni privada, sino más bien un ejemplo del fenómeno psicológico de la pareidolia.
Independientemente de la religión, este tipo de imágenes de Jesús o vírgenes siguen apareciendo en los más extraños lugares para intrigar a los fieles.
El árbol de Jesús de Malta se encuentra justo al lado de la carretera principal de Zebbug a la ciudad amurallada de Mdina.
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