Estás sentado en un café, disfrutando del clima cálido con un café helado. Pero hay algo que arruina tu tranquila tarde es el sonido de la sirena de una ambulancia que se acerca.
Cuando se acerca, el sonido parece elevarse hasta que es ensordecedor. Luego, a medida que se aleja en la distancia, la sirena parece bajar de tono.
Sin embargo,tu sabes que el ruido producido por la ambulancia fue constante durante todo el tiempo. ¿Qué es este fenómeno?
No es tu imaginación. El efecto Doppler fue descrito científicamente por primera vez por Christian Doppler en 1842, y se verificó unos años más tarde con experimentos realizados con un tren en movimiento.
El efecto se describe como la diferencia percibida entre la frecuencia a la cual una onda sale de su fuente y con la que llega al observador, a consecuencia del movimiento relativo del observador o la fuente.
La frecuencia (o tono) mide la proximidad de cada cresta de la ola hasta la siguiente cresta.
Si la fuente se mueve hacia el observador (o viceversa) la distancia entre las crestas con respecto al observador se vuelven progresivamente más pequeñas, ya que cada cresta tiene menos distancia a recorrer antes de alcanzar el oído del observador.
Por el contrario, como el origen (u observador) se aleja, cada cresta progresiva viaja más lejos para llegar a la oreja. Por lo que parece a un observador que la sirena está subiendo y cayendo luego en el tono.
El efecto Doppler subyace en el hecho de que muchas experiencias con este fenómeno dependerá del punto de referencia.
La sirena sube y baja frecuencia en relación contigo, un observador sentado. Pero para el conductor de la ambulancia, la sirena permanece constante.
Además, si hay una sirena en tu mesa, al conductor le parecerá subir y bajar de tono.
El efecto Doppler no sólo se observa en las ondas de sonido, por supuesto. Los fenómenos de ondas de luz conocidas como corrimiento al rojo y al azul son consecuencia de la misma diferencia que se percibe en las frecuencias.
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