La rana rene lo sabe ahora mas que nunca: No es fácil ser verde.
O cualquier otro anfibio de cualquier color, o de otro tipo en el mundo, los rápidos cambios en el medio ambiente están matando a las ranas a diestra y siniestra.
Aunque los hongos y la destrucción del hábitat también han sido implicados en las desapariciones, la situación en las ranas se reduce a un problema: Los anfibios son muy sensibles a los cambios en su entorno, según un estudio publicado en la revista BioScience.
La fisiología de los anfibios (piel permeable) y el complejo ciclo de vida agua – tierra, los exponen a más cambios ambientales que la mayoría de los animales, y aunque han sobrevivido a los cambios climáticos antes, los cambios de hoy en día se están acelerando demasiado rápido para que las ranas puedan mantener el ritmo.
Además, los huevos de rana no tienen conchas, esto deja al descubierto a los embriones a un aumento de los niveles de radiación UV-B, que pueden causar mutaciones dañinas.
La contaminación ha contaminado las ranas que prosperan en el agua y el cambio climático global está causando mayores niveles de enfermedades infecciosas.
No hay comentarios.
Publicar un comentario