Las criaturas que viven en el fondo del mar podrían proporcionar potentes nuevas formas de combatir infecciones y enfermedades.
El aumento de bacterias resistentes a antibióticos se convierte en una preocupación cada vez mayor, los científicos no están dejando ninguna piedra sin remover en la investigación de nuevos medicamentos para ayudar a combatir las infecciones, las enfermedades y otros problemas de salud.
Uno de los lugares más prometedores para buscar a este respecto es el mar, o más precisamente, el fondo del mar.
Varias especies han sido identificadas como fuentes potenciales de nuevos tratamientos.
Un ejemplo de ello son los teredos , un molusco que se pega a las embarcaciones de madera y se alimentas del casco.
Los investigadores han descubierto que las bacterias utilizadas por la criatura para convertir la madera a una fuente de alimentación adecuada segrega un potente antibiótico, algo que podría ser especialmente útil para su uso en seres humanos en los próximos años.
Los estudios de la fauna del fondo marino ayuda en varias formas, incluyendo el desarrollo de nuevos medicamentos y los biocombustibles.
Debido a que muchas de estas especies oceánicas han existido en armonía con sus bacterias durante millones de años, estas bacterias benignas han diseñado moléculas que pueden afectar la función del cuerpo, sin efectos secundarios y por lo tanto dar mejor pelea a la enfermedad.
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