En 1990 aviones de la OTAN fueron perturbados en la tarde del 30 de marzo de 1990 al seguir a una flotilla de OVNIs oscuros, de forma triangular en el campo belga.
Lo que era especialmente impresionante de este avistamiento fueron las velocidades y capacidades de las naves, que parecía capaces de hacer maniobras que habrían matado a un piloto humano.
Las naves no sólo fueron vistas por numerosos testigos en tierra, sino también fueron registradas por los controladores en tierra y radares de armas a bordo de la aeronave, y aún mejor fotografiado, incluso, por esto es que es el avistamiento de ovnis mejor documentado en la historia.
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