El 15 de octubre de 1995 se produjo un incidente en un país donde la información sobre los ovnis y otros fenómenos anómalos era casi inexistente y muy controlada por el gobierno.
En el pueblo de Torriente, provincia de Matanzas, Cuba, un campesino de 74 años de edad, llamado Adolfo Serrate, a pesar que ese día amaneció lloviendo, salió de su casa temprano para trabajar su milpa.
Alrededor de las 9:20 am Serrate decidió tomarse un merecido descanso y fumarse un buen cigarro. A medida que exhala el humo , veía hacia el cielo y cual fue su sorpresa al ver un objeto redondo que estaba descendiendo rápidamente y en silencio hacia los campos cercanos.
Victima del miedo, Serrate se escondió entre la milpa y el borde del campo. Le preocupaba que "sería secuestrado", ya que su primo había desaparecido misteriosamente en la misma zona dos años antes. Agachado en el suelo vio la nave descender a la tierra. Suavemente aterrizó entre la hierba antes de aterrizar se abrió una especie de tren de aterrizaje que el testigo comparo con "patines".
La superficie del objeto era muy suave, sin ningún tipo de detalles visibles y dio a Serrate la impresión de que era de color en tonos de verde, casi como si estuviera camuflado.
Se estima que el objeto era tan grande como un auto. Sin aliento ,Serrate se dio cuenta de que el objeto tenía una sección de cristal transparente, que interpretó como la cabina de control.
La extraña nave no tenía alas,rotores o ruedas no había visto nada igual cuando trabajo de mecánico de aviones en el servicio militar cubano. Para Serrate se parecía a la parte superior de una tortuga. Una apertura como la de una puerta corrediza se hizo visible, y desde donde estaba, a unos 60 a 80 metros de distancia, no pudo ver el interior.
Sin embargo, fue capaz de ver lo que parecía ser una figura de apariencia humana salir de la abertura. Él no fue capaz de ver todas las características faciales ya que la figura estaba completamente cubierta con un traje del mismo color que el objeto.
La Cabeza de la figura y el rostro estaban cubiertos con una especie de máscara de gas de color negro. El individuo caminó alrededor del objeto y en varias ocasiones pareció que se agachaba y arrancaba raíces en el campo.
A continuación, hizo una especie de gesto con la cabeza hacia el interior del objeto como comunicándose con los otros ocupantes de la nave. Momentos después se subió al objeto y la puerta se cerro. Serrate quedó mirando la escena sin saber qué esperar.
De repente sintió una especie de ola de aire o de choque en su rostro, al mismo tiempo que podía ver el OVNI ascender verticalmente hacia el cielo, sin emitir ningún fuego, humo y sin hacer ningún ruido.
A unos 50 metros de altura se detuvo un momento y en este punto Serrate vio lo que parecía ser una llama azul fina que salía de una fuente desconocida en la parte superior del objeto.
El objeto despegó en un vuelo horizontal hacia el sur, hacia la carretera nacional cercana, aún en completo silencio. Inmediatamente el testigo corrió a su casa y avisaron a la policía, Quien al llegar al lugar de los hechos se encontraba temerosa de que fuera un "avión enemigo involucrado en actos de sabotaje."
Más tarde, los investigadores entrevistaron a otros vecinos que dijeron haber visto la misma nave volar cerca de sus casas.
En el lugar se encontraron con la evidencia física, incluyendo huellas, y las hojas quemadas color negro intenso por el sistema de propulsión del objeto.
Referencia: Virgilio Sánchez-Ocejo
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