El 14 de septiembre de 1985, hubo informes de ovnis en los cielos de Zimbabue.
Dos días después en la Primaria Ariel en Ruwa, a 20 km de la capital, Harare, 62 niños en edad escolar entre las edades de 5 y 12 vieron una bola brillante en el cielo durante el recreo matutino en la escuela.
Los niños Observaron el objeto que rondaba en el cielo, apareciendo y desapareciendo por un corto tiempo antes de que descendiera gradualmente hasta el suelo y cayó a 30 metros de distancia de la escuela en una zona densamente arbolada fuera del alcance de los niños.
Un "hombre pequeño" , de alrededor de 1 metro de alto con el pelo largo negro, ojos grandes y un cuello delgado salió de la nave y empezó a caminar hacia los niños.
Los maestros de la escuela y el personal de intendencia estaban en el interior de un salón asistiendo a una reunión en ese momento, por lo que dejaron a los niños sin supervisión.
Mientras el hombrecillo se movía en dirección a los niños de pronto desapareció a medio camino, reapareciendo en la parte superior de la nave, donde se quedó mirando en silencio a los niños por unos momentos, antes de volver a entrar la nave y ascendió a una velocidad increíble.
Muchos alumnos estaban aterrorizados debido a las folclóricas historias africanas que hablan de demonios y vampiros que secuestran a los niños y los devoran.
El único adulto presente en el campo de juego fue un padre que tiene un negocio de cirugía estética, a quien los niños corrieron en estampida para relatar su extraordinaria historia.
El director de la escuela, Colin Mackie, se contacto con la ya fallecida Cynthia Hind, que en su tiempo fue la investigadora más importante del fenómeno OVNI en África .
Entrevistó a los alumnos y les pidió que recrearan los dibujos de lo que vieron. Alrededor de 35 bocetos fueron realizados, eran todos muy similares en su descripción del "hombre" y su nave.
Al entrevistar a los niños, Hind se convenció de la autenticidad de las historias. Un niño le dijo: "Juro por cada pelo de mi cabeza y toda la Biblia que yo estoy diciendo la verdad."
El consenso alcanzado entre los padres, personal escolar y Hind fue que los alumnos realmente dicen la verdad, tal mentira sería demasiado compleja de concebir y defender para los niños de corta edad.
En una nota más extraña, los niños mayores, dijeron posteriormente que pensaron que se comunicaron con el 'hombre' a través de su mirada, que les advirtió de que la belleza natural del planeta y los recursos estaban siendo devastados y contaminados sin remedio. "Estos pensamientos venían del hombre, de los ojos del hombre", dijo una asustada niña de 12 años a Hind.
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