miércoles, junio 08, 2011
Nuevo Combustible realizado con Plantas
Un grupo de investigadores brasileños desarrolló una tecnología que permite fabricar queroseno para aviación a partir de la biomasa de plantas que no están destinadas al consumo humano, como las cáscaras de frutas cítricas.
La tecnología fue desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología (INT) e Instituto Militar de Ingeniería (IME), informó el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El producto resultante puede ser una alternativa ecológica y menos costosa al queroseno de aviación, un combustible para aviones derivado del petróleo y de elevado precio en el mercado internacional.
La búsqueda de un combustible vegetal para aviación más barato es el objetivo de varios grupos de científicos en el mundo e incluso fue contemplado en uno de los acuerdos firmados durante la visita a Brasil en marzo pasado del presidente estadounidense, Barack Obama.
A diferencia de la mayoría de las iniciativas, el proyecto del INT y del IME no se propone producir queroseno de aviación a partir de etanol de caña de azúcar o de diesel de oleaginosas.
Los responsables del proyecto ya pidieron dos pedidos de patente para poder continuar sus investigaciones.
Los científicos ahora están negociando el apoyo de empresas civiles o militares que permitan realizar las pruebas del combustible en campo.
Una de las ventajas de la nueva tecnología es que utiliza como materia prima plantas que no están destinadas para el consumo humano y biomasas que pueden ser obtenidas como subproductos de procesos industriales.
Por esa razón, a diferencia de la caña de azúcar o de las oleaginosas para biodiesel, el combustible no exige nuevas plantaciones ni estudios o experimentos de producción.
Otra ventaja es que, por no ser un combustible fósil, el queroseno vegetal es renovable y emite menos gases contaminantes.
Una de las principales características del queroseno vegetal para aviación es que tiene la misma resistencia a las bajas temperaturas que el combustible convencional, ya que los combustibles normales se congelan en las bajas temperaturas comunes en las altitudes a las que vuelan los aviones.
Esa característica ya fue testada exitosamente en laboratorio con el combustible desarrollado por los investigadores brasileños, pero aún tiene que ser probada en condiciones reales para garantizar el funcionamiento de las turbinas sin fallas.
fuente: Xinhua
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