Por supuesto, la Nebulosa de la Llama no está ardiendo. También conocida como NGC 2024, el sugestivo color rojizo de la nebulosa está provocado por el brillo de los átomos de hidrógeno de la nube molecular gigante de Orión a 1.500 años luz de distancia. Los átomos de hidrógeno han sido ionizados, o despojados de sus electrones, y brilla por la recombinación entre los átomos y los electrones.
Pero ¿qué ioniza los átomos de hidrógeno? En esta cercana vista, el surco central oscuro de la absorción de polvo interestelar se marca la silueta contra brillo del hidrógeno y esconde la verdadera fuente de la energía de la Nebulosa de la Llama de los telescopios ópticos. Detrás del surco oscuro se encuentra un grupo de jóvenes y calientes estrellas, vistas en anchos de banda infrarrojos a través del oscurecedor polvo. Una joven y masiva estrella en ese grupo es la fuente probable de energía ultravioleta que ioniza el gas de hidrógeno en la Nebulosa de la Llama.
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