miércoles, septiembre 29, 2010
El Tíbet y la conexion Nazi
Desde antes de la segunda guerra mundial, los nazis gastaron una gran cantidad de recursos y mano de obra en la búsqueda para establecer los orígenes de su “querida” Raza Aria.
La institución fundada para encabezar este esfuerzo de búsqueda, así como todo tipo de ocultismo y otros estudios esotéricos, era la Ahnenerbe, iniciada por Heinrich Himmler, en 1935.
Llevaron a cabo estudios arqueológicos y culturales en varios países, entre ellos Suecia, Finlandia, Iraq, la Antártida, Polonia y, en particular, en el Tíbet.
La historia oficial de las 3 expediciones enviadas al Tíbet fue investigar el mito de que una Raza Aria conquistó la mayor parte de Asia y el Himalaya, muchos miles de años atrás.
Algunos creen que sin embargo, estaban en busca de Shambhala, según fuentes situada en las profundidades de la cordillera del Himalaya y tenían la esperanza de aprovechar el gran poder que se encontraba en ese reino, como se cuentan muchos textos antiguos.
Hay muchas evidencias de que los nazis encontraron algo. Después de la caída de Berlín, los soldados soviéticos descubrieron cientos de monjes budistas tibetanos con uniformes de las SS, que parecía que se suicidaron en masa.
Ninguno de los cadáveres pudieron ser identificados, por lo que sigue siendo un misterio total cómo llegaron allí, quiénes eran y qué estaban haciendo.
Los nazis contaron con el tiempo y los fondos necesarios para transportar transmisores de radio a los más lejanos confines del Himalaya para mantener un contacto permanente por radio, esto alimenta la tesis de que estaban al borde de descubrir algo importante o por lo menos estaban seguros de que se encaminaban en la dirección correcta.
En 1930 el Académico Alemán, Theodore Illion, describe en su obra "La oscuridad por encima del Tíbet" su euforia al encontrar un agujero en el suelo en los campos tibetanos y al entrar encontro una ciudad subterránea donde habitaban monjes obscuros.
Según su obra estos monjes eran llamados "Maestros Obscuros', que pretendían controlar el mundo a través de la proyección astral y la telepatía. Su alegría se convirtió en horror cuando descubrió que los monjes lo alimentaron con carne humana.
Escapo del lugar y fue perseguido por los monjes en el Tíbet, hasta que llegó a la seguridad de su patria alemana.
Su relato se publicó en 1937, y en ese mismo año de su publicación, Hitler había enviado una investigación oculta para descubrir el área mística de la crónica de Illion .
Se sugiere que el objetivo de Hitler fue establecer contacto con estos monjes obscuros.
El trayecto recorrido por el Ahnenerbe en el Tíbet fue hecho también Aliester Crowley y también por la OSS (la antecesora de la CIA) en 1942, en una misión altamente secreta.
La conexión nazi del Tíbet es uno de los temas más absorbentes y misteriosos sin explicación, y hasta el día de hoy los hechos que sucedieron ahí siguen siendo un misterio
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