A sólo 100 kilómetros de Manaos, y sobre el río Negro, en plena cuenca del Amazonas, se encuentra uno de los mayores archipiélagos fluviales del planeta. El conjunto de cientos de islas cubiertas de selva divididas por incontables ramificaciones del río, bien equipararse a un gigantesco laberinto natural con impresionantes vistas desde el aire:
El Río Negro, afluente del Río Amazonas, se ensancha en la zona del archipiélago de Anavilhanas hasta alcanzar los 27 kilómetros. Unas 400 islas en épocas de inundación se extienden por 90 kilómetros, siendo el archipiélago de agua dulce más grande del planeta.
Cuando el archipiélago se encuentra en temporada de sequía, el descenso del agua desnuda numerosas playas de arena blanca en medio de la selva junto a curiosas esculturas de ramas modeladas por las corrientes.Todo lo contrario ocurre cuando las aguas inundan el paisaje.
El área del archipiélago de Anavilhanas, se encuentra incluida dentro de un programa de protección de la biodiversidad del Amazonas bajo el nombre de Estación Ecológica Anavilhanas .
Para conocer (o visualizar) el área de Anavilhanas, no queda otra opción que acercarse a ciudades como Novo Airao o Manaos, y desde allí, trasladarse a algunos de los alojamientos que hay en forma de Lodges en plena selva. Otra opción es contratar excursiones embarcado o sobrevolar la zona, desde donde se obtienen vistas muy similares a la de las imágenes.
Si tenemos la oportunidad de explorar por tierra y agua las islas, podremos observar en detalle las zonas de selva y bosque flotante, con infinidad de especies de aves, insectos y mamíferos. Entre ellos delfines, manatíes, y en el agua, respetables caimanes y pirañas que hacen aconsejable no sumergir ni un dedo.
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