Investigaciones. Fuerza Aérea desclasificó archivos; no descarta la "hipótesis extraterrestre"
El fenómeno OVNI se ha manifestado muchas veces en Uruguay. Treinta años después del inicio de las investigaciones, aún hay unos 40 casos sin resolver. Los archivos fueron desclasificados y se permitió su acceso a El País.
La Fuerza Aérea no publicará un "Libro Azul" conteniendo el resultado de estos treinta años de investigaciones, pero El País, por decisión del mando, accedió a registros y testimonios.
Si bien la comisión de la Fuerza Aérea que estudia el caso funciona hace pocas décadas, el fenómeno OVNI se inició aproximadamente en 1947 en Uruguay al despuntar el entusiasmo mundial por los avistamientos.
Aunque no es Roswell, Nuevo México -lugar emblemático en el tema de los extraterrestres-, Uruguay es un lugar catalogado como propicio para los avistamientos de objetos no identificados, reconoció el coronel Ariel Sánchez, un oficial de la Fuerza Aérea con 33 años de servicio activo y que desde 1989 integra la comisión sobre los OVNI y actualmente la preside.
El organismo funciona en una pequeña oficina ubicada en el centro de Montevideo y tiene una base informática y un archivo en papel, aún no respaldado tecnológicamente. Hay cientos de expedientes armados en carpetas verdes, bajo el rótulo de "reservado" y que contienen testimonios, fotografías, croquis, dibujos, documentos y evaluaciones hechas por los oficiales.
Casos sin resolver. Los archivos están formados por denuncias que se presentan a un ritmo de 100 casos por año.
La comisión ha recibido en toda su actuación aproximadamente 2.100 denuncias concretas, ha investigado y descartado muchas por distintos motivos, pero hay más de 40 casos sin explicación.
Esos expedientes se mantienen abiertos, e incluyen desde avistamientos y el aterrizaje de supuestas naves, hasta las llamadas abducciones, es decir denuncias sobre el secuestro de personas por parte de entidades extraterrestres.
La definición internacional concebida por el astrofísico estadounidense Allen Haynek divide estas situaciones en tres categorías: los contactos del primer tipo son aquellos con avistamiento; los del segundo tipo son los que registran un aterrizaje; y los del tercer tipo, los más explotados por la cinematografía, refieren a un encuentro con un objeto no identificado y sus tripulantes.
La tarea de la comisión militar es reunir un registro de casos y elaborar pautas o conclusiones sobre su veracidad y origen. Y ha obtenido resultados concretos: "La comisión consiguió determinar modificaciones a la composición química del suelo donde se denunciaron aterrizajes. El fenómeno existe. Puede ser desde un fenómeno que se da en la parte baja de la atmósfera, el aterrizaje de una aeronave de una fuerza aérea extranjera, hasta la teoría extraterrestre. Puede tratarse de una sonda de vigilancia procedente del espacio, del mismo modo que nosotros enviamos una sonda a explorar mundos lejanos", admitió el oficial. "El fenómeno OVNI existe en el país. Insisto: la Fuerza Aérea no descarta una hipótesis extraterrestre en base a nuestro análisis científico", subrayó Sánchez.
EVIDENCIA. La comisión guarda aún varios expedientes en papel, sobre todo de los de casos que están abiertos. La FAU ahora ha desclasificado toda la información, aún los expedientes rotulados "reservado". Solo se protege la identidad de los denunciantes.
Aeronave. Repasando el archivo, hay toda clase de situaciones. En un caso ocurrido tiempo atrás en un campo del departamento de Durazno, el testigo denunció la aparición de luces de colores durante una noche. Al brindar su testimonio a la comisión esta persona marcó con gran detalle los lugares donde se habría posado una aeronave. Analizada la composición química del suelo, se descubrió un aumento en los valores de minerales como cromo, manganeso, fósforo y carbono, lo cual permitió concluir a los estudiosos la verosimilitud de la denuncia.
En los registros militares hay otro caso singular. Es la aparición de dos esferas rojizas, volando en silencio unos metros encima de la cabeza de dos troperos que arriaban ganado. Los aparatos se movían a gran velocidad en direcciones opuestas y luego desaparecieron hacia el Oeste a gran velocidad.
Los registros indican que los meses de mayor aparición de objetos son febrero, marzo, julio y octubre. En febrero de este año la comisión recibió numerosas denuncias acompañadas por fotografías digitales. La fotografía o filmación no es determinante para ningún caso, sino un aporte, explicó Sánchez, dado que actualmente hay muchas posibilidades técnicas de hacer montajes.
En Palmar. Los casos sin resolver tienen un alto nivel de extrañeza para la FAU. Por ejemplo, la persecución en que se embarcaron dos aviones militares Pucará en una noche de 1986. Ocurrió en la represa de Palmar, sobre la cual hallaron evolucionando una esfera luminosa. Los pilotos se juntaron y decidieron perseguirla. Cuando intentaron interceptarla, la esfera escapó a velocidad de vértigo en dirección a Argentina y no pudo ser alcanzada.
Cuando los pilotos volvían a su base, la esfera apareció otra vez sobre la represa. Pero sucedió lo mismo: comenzaron la persecución y la perdieron de vista. La esfera se alejó del lugar cambiando de color, del rojizo inicial al amarillo.
El regreso. Otro caso similar le ocurrió a un grupo de pilotos militares en 1996, es decir a observadores calificados que hacían ejercicios en la base de Santa Bernardina, en Durazno. Como en aquella noche del 86, vieron dos esferas luminosas, lo cual fue corroborado por la torre de control de tráfico del aeropuerto. Pero al huir mantuvieron su forma y luminosidad, lo cual sirvió para confirmar su forma esférica.
Unos minutos después, los pilotos vieron que las esferas comenzaron a perder brillo manteniendo sólo su contorno iluminado. "No eran satélites porque no vuelan en formación ni tan bajo, ya que estaban a 10.000 pies (3.000 metros aproximadamente), y tampoco atenúan su luminosidad", dijo Sánchez.
Otra de las incontables denuncias es la que presentaron los pilotos de un avión comercial de bandera nacional que, en 1979, regresando desde Paraguay, fue perseguido por un objeto de fuerte luminosidad que, incluso, fue fotografiado por pasajeros del avión. También es un caso sin explicación
Animales mutilados. La Fuerza Aérea también tiene testimonios gráficos de una decena de animales mutilados cuyos cuerpos aparecieron con heridas hechas con precisión quirúrgica. Los hechos datan de 2002. Nunca hubo una explicación coherente, pero las investigaciones de esta comisión militar apuntan a la hipótesis de que se trató de un posible ataque bioquímico, probablemente ocurrido en Argentina donde en la misma época hubo casi 700 animales mutilados sin explicación.
"Puede haber sido la consecuencia del viento procedente del Oeste", declaró el oficial. La FAU no descartó la hipótesis de un evento extraterrestre. Es otro caso sin respuestas.
Patrones. Las estadísticas militares muestran el perfil habitual de los denunciantes como el de un hombre joven, hasta 45 años de edad. Señalan asimismo que todos los casos ocurren en las primeras horas de la noche, en su gran mayoría con un solo testigo.
El 49% de la estadística lo conforman denuncias de aparición de esferas luminosas y apenas un 2% incluyen la observación de seres.
ABDUCCIONES. Uruguay no ha estado ajeno a los encuentros cercanos del tercer tipo.
Lo más espeluznante de cualquier relato sobre OVNI suele ser escuchar una denuncia sobre secuestros de personas con fines de investigación, es decir las abducciones.
El recuerdo más patente de una abducción es el caso del matrimonio de Betty y Barney Hill, supuestamente secuestrados en una carretera de New Hampshire, Estados Unidos, en 1961 y sometidos a experimentos por parte de extraterrestres, cuyos detalles relataron en sesiones de hipnosis.
En Uruguay hubieron varios casos que permanecen abiertos, muchos rodeados de espectacularidad. Uno ocurrió en 1980 en Playa Pascual y tuvo como protagonista a un acampante. Estaba sobre la costa, de noche, y de repente se le aparecieron personas de baja estatura que lo inmovilizaron y transportaron a una nave para ser sometido a exámenes. Luego, despertó en su carpa con problemas de movilidad.
Hubo otro caso donde una familia en un auto sufrió lo que se llama "perdida temporal". Relataron que mientras viajaban por una carretera los sobrevoló una aeronave que se posó delante del vehículo. Y no pudieron explicar qué les sucedió durante varios minutos.
Fe y/o realidad en estancia La Aurora
El trabajo de los "contactados", es decir, las personas que utilizan su percepción extrasensorial para comunicarse o tener experiencia con extraterrestres, no ayuda para nada a la Fuerza Aérea que, naturalmente, se maneja con evidencia empírica e investiga sobre terreno sólido, señaló el coronel Sánchez. "Yo soy católico, creyente, pero esto es otra cosa; es un tema técnico", aclaró.
Esas personas pueden hacer "un acto de fe" pero "nunca nos han dado pruebas de nada", dijo el militar. Incluso, la mítica estancia "La Aurora", ubicada en la frontera Sur del departamento de Salto aloja varias historias. Según los relatos llegados a oídos de los oficiales, se habla de un mundo intra terreno, una especie de universo paralelo que sirve de zona de recarga de energía para estas naves. "Fuimos, investigamos y nunca encontramos nada extraño. No hay indicios de nada peligroso o desconocido. Se testeó la radiactividad y no surgió nada relevante", dijo.
Cerca de la estancia hay varias torres de alta tensión que transportan la energía desde Salto Grande hacia UTE. Hay un río, el Daymán, y emanación de gases de minerales del fondo de la tierra a causa de la zona termal. "Todo eso podría producir alguna estática o fenómeno, pero nada anormal", afirmó.
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