Los restos de una mujer del siglo XVI con un ladrillo en la boca apuntan hacia el origen de las leyendas de los vampiros.
Un científico italiano empeñado en desmitificar las leyendas de vampiros de la Edad Media logró excavar el cráneo sobre el cual pesaba en aquel entonces la sospecha de que se alimentaba de sangre ajena en plena época de la peste negra.
El antropólogo y arqueólogo forense Matteo Borrini encontró los restos en 2006 durante la excavación de una fosa común en la isla de Lazaretto Nuovo en la Laguna de Venecia que data de la época en la que la peste bubónica afectó la ciudad (para ser exactos en el año 1566).
A diferencia de las leyendas reproducidas por Abraham "Bram" Stoker en su novela Drácula (1897), para los habitantes de Venecia de aquella época no servía de nada clavarle una estaca en el pecho al presunto vampiro.
La forma de neutralizarlos dependía más bien de ponerle algo no comestible en la boca. La explicación de ese razonamiento puede ser encontrada en la obra del teólogo alemán Philip Rohr, De Masticatione Mortuorum (1679).
"Sabemos de Phillip Rohr y otros autores que la gente realmente hacía esas cosas (enterrar muertos con ladrillos en la boca) en época de pestes porque pensaban haber encontrado cadáveres con características de vampiros", señaló Borrini a BBC Mundo en una entrevista telefónica desde su despacho en la Universidad de Florencia.
Se comían el sudario
Existía la creencia de que los cadáveres que presentaran señales de que el muerto se estaba comiendo el sudario con el que había sido inhumado deberían ser tratados como vampiros.
"En mi estudio traté de entender el fenómeno porque realmente no creo en vampiros", dijo el forense que trabajó en el proyecto junto a su hermana Camila Borrini y los colaboradores Pier Paolo Mariani y Alessandra Cappabianca.
Para el forense existe una explicación científica muy clara para el fenómeno encontrado por los sepultureros de la época que solían reabrir las tumbas en busca de vampiros.
Muchas veces encontraban cadáveres en los que se veía un agujero en la parte del sudario que cubría la boca, además del abdomen hinchado de sangre y el crecimiento de piel nueva en las manos y los pies.
"El abdomen hinchado con fluido rojo es una característica de los cadáveres en proceso de descomposición, así como la piel nueva en la mano y los pies", explicó el forense y agregó:
"El sudario dentro de la boca se debe a la exhalación de gases durante la descomposición. El sudario se humedece, se cae dentro de la boca con la humedad y se forma un hueco debido al gas y las bacterias".
Borrini presentó las conclusiones de su estudio en la reciente reunión anual de la Academia Estadounidense de Ciencias Forenses (AAFS, según sus siglas en inglés) llevada a cabo en febrero en Denver.
Se cree que el cráneo hallado en la isla de Lazaretto Nuovo sería el primer ejemplar de un presunto vampiro sometido a pruebas forenses.
Fuente
martes, marzo 10, 2009
Cómo callar a una vampiresa
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