Greenpeace ha denunciado que más de cien compañías madereras han contratado crackers para violar el sistema informático de control de tala del estado brasileño de Pará. De esta forma, habrían obtenido permisos falsos para conseguir más madera.
Según las estimaciones de la organización ecologista, el fraude realizado por estas empresas con ayuda de los delincuentes informáticos ha generado que se eliminen 1,7 millones de metros cúbicos de madera de forma ilegal, lo que representa un valor de unos dos millones de reales.
De acuerdo a un informe elaborado por el fiscal federal Daniel Avelino, la maniobra involucra a 107 empresas madereras, entre las cuales muchas ya tienen causas judiciales abiertas por delitos contra el medio ambiente o por usar mano de obra irregular.
La ley brasileña, señala El Mundo, permite que los propietarios de bosques amazónicos talen hasta el 20% del territorio. En los casos en que se comprometen con la reforestación, el porcentaje se extiende hasta el 50%.
Cabe destacar que, como informó El Blog Verde a comienzos de este mes, la deforestación amazónica ha vuelto a crecer después de tres años. El área total afectada por la deforestación es actualmente de 11.968 kilómetros cuadrados, con un incremento del 3,8% en el último año.
Tal vez no sea casualidad que el estado más afectado sea Pará, que aporta cerca de la mitad del área total deforestada: 5.180 kilómetros cuadrados.
Sin dudas, las autoridades de esta región brasileña deberán intensificar sus controles para evitar que el Amazonas siga desapareciendo y se llegue a un punto sin retorno.
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