Según los matemáticos Irina Arefeva e Igor Volovich. científicos del Instituto Matemático Steklov de Rusia, los experimentos que se llevan a cabo en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN podrían suponer el primer paso para los viajes en el tiempo.
Entre otras iniciativas, en el LHC se aceleran partículas hasta casi la velocidad de la luz y luego se provoca su colisión.
Con esto, los científicos pretenden recrear las condiciones que existían en el instante que se produjo el Big Bang, pero Arefeva y Volovich argumentan que podrían afectar al tejido del universo, generando agujeros de gusano que conecten un espacio de tiempo con otro.
Precisamente en la manipulación del tejido espacio- temporal se basa la maquina del tiempo ideada por Amos Ori, físico del Instituto Tecnológico de Haífa Israel.
Basándose en las teorías de Albert Einstein, según el cual el espacio puede curvarse hasta crear un campo de gravedad Interno capaz de ‘arrastrar el espacio-tiempo.
Orí ideó un aparato que podría provocar este fenómeno. Eso si hasta dentro de uno o dos siglos no existirán los desarrollos de ingeniería necesarios para su construcción.
Sin embargo, determinados Investigadores están convencidos de que en ciertos experimentos, por pura casualidad y no sabe por qué razón, algunos experimentadores han provocado ligeras 'roturas* del espacio- tiempo.
Por ejemplo, dos investigadores sobre el apasionante campo de las nuevas fuentes de energía declararon que en cierta ocasión, cuando interaccionaban dos potentes campos magnéticos, apareció entre ambos una ‘abertura negra" que solo duro unos instantes.
Tom Beardon y Peter Kelly creen que por alguna causa que se les escapa, durante dicho experimento se pudo crear una rotura del espacio-tiempo.
Lamentablemente (o por suerte) el peculiar fenómeno no se repitió en los siguientes experimentos.
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