viernes, marzo 15, 2013
¿Como serán los seres humanos en un futuro?
Tardaron seis generaciones de endogamia entre los años de 1800 a 1960 para que una población aislada de seres humanos que viven en las colinas de Kentucky se les hiciera la piel de un tono azul.
La gente tiene un tono asombrosamente azul, todos descendientes de un inmigrante francés llamado Martin Fugate, cuando los hematólogos estudiaron el caso en la década de 1960, la población resulto tener una enfermedad muy rara de la sangre llamada metahemoglobinemia.
En este caso, un gen recesivo se emparejo con sí mismo para cambiar la composición molecular de la sangre, por lo que les cambio el color a marrón en lugar de rojo, y eso tiño de azul su piel.
El intento de los hematólogos para rastrear la historia del gen mutante reveló un árbol genealógico de la familia Fugate, en el que se encontraron muchos matrimonios entre primos hermanos, tíos y sobrinos, y similares a través de las generaciones.
Suena extraño e inaudito, pero de hecho, el relato de los Fugates es una versión en miniatura de la historia de acoplamiento humano desde tiempos inmemoriales.
Las poblaciones locales se cruzan, provocando un intercambio de genes, dando lugar a un grupo físico parecido y, finalmente, la identificación como una raza o grupo étnico distinto.
Según Stephen Stearns, profesor de Yale y experto en biología evolutiva, antes de la invención de la bicicleta, la distancia media entre los lugares de nacimiento de los cónyuges en Inglaterra era de menos de 2 kilómetros.
Durante la segunda mitad del siglo 19, las bicicletas subieron la distancia en la que los hombres cortejaban a 48 km en promedio.
Los estudiosos han identificado patrones similares en otros países europeos. El uso generalizado de la bicicleta estimuló la nivelación y pavimentación de carreteras y dando paso a la introducción de los automóviles.
Desde ese entonces el amor no conoce horizontes.
La distancia entre los lugares de nacimiento de los padres no ha dejado de aumentar desde la invención de la bicicleta, por lo que es ahora es muy fácil, mas no un estándar, que los padres nazcan en diferentes continentes, comento Stephen Stearns.
Stearns dice que la globalización, la inmigración, la difusión cultural y la facilidad de los viajes modernos gradualmente homogenizaran a la población humana, con un promedio de rasgos de una persona brasileña.
Ya en los Estados Unidos, otro rasgo recesivo, ojos azules, ha sido mucho menos común. Un estudio realizado en 2002 por la Donación epidemiólogos Mark y Diane Lauderdale encontró que sólo 1 de cada 6 estadounidenses no hispanos tiene los ojos azules, frente a más de la mitad de la población de Estados Unidos con ojos azules sólo 100 años atrás.
Otros rasgos recesivos caerá a niveles muy bajos, de acuerdo con el biólogo evolucionista de la Universidad de Delaware, John McDonald. "Debido a que la mayoría de los inmigrantes en los Estados Unidos, son de Asia, África o América Latina, cualquier rasgo que es más común en los europeos del norte que en el resto del mundo va a ser menos común en un futuro próximo debido a la inmigración de los Estados Unidos"
La mezcla genética en curso en los Estados Unidos también está ocurriendo en mayor o menor medida en otras partes del mundo, dijeron los investigadores.
En algunos lugares, los rasgos físicos únicos adaptados al hábitat siguen siendo una ventaja evolutiva y por lo tanto no puede retirarse tan fácilmente, y en otros lugares, la inmigración ocurre mucho más lentamente de lo que lo hace en otros lugares.
Según Stearns, perfecta homogeneización de la raza humana probablemente nunca ocurra, pero, en general, la Tierra se está volviendo más y más en un crisol de culturas.
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