Todo esto es parte de un prejuicio profundamente perdurable que ha existido durante siglos contra los pelirrojos que a menudo se han visto acusados de ser algo extraño o incluso siniestro debido al color de su cabello.
Ahora resulta que la genética de las personas pelirrojas no solo es inusual debido a la rara pigmentación de su cabello. De hecho, son diferentes del resto de la población mundial de otras maneras.
El pelo rojo es más comúnmente asociado con la herencia escocesa e irlandesa, lo que significa que los ancestros de las pelirrojas hoy en día probablemente vivían en regiones frías que no reciben una gran cantidad de sol. Esto ha llevado a que las personas con cabello color jengibre también tengan la piel pálida y una protección inadecuada contra el sol, lo que significa que son más vulnerables al cáncer de piel que la mayoría de las personas.
Producen su propia vitamina D
Sin embargo, hay una ventaja increíble en este patrimonio genético. Las personas pelirrojas son únicas en el sentido de que pueden crear su propia vitamina D sin exponerse al sol, lo que significa que corren menos riesgo de padecer enfermedades asociadas con la falta de vitaminas como el raquitismo.
Tal vez, de forma más extraña, dada la presencia de pelo rojo en regiones de clima frío, los científicos creen que el gen MC1R, que detecta los cambios de temperatura, está mucho más en sintonía en las pelirrojas que la mayoría de la población. Esto significa que las pelirrojas naturales sienten el frío y el calor mucho más intensamente que otros.
Necesitan más anestesia que otras personas y tienen un umbral de dolor mas alto que los demás seres humanos.
Menos explicable es el descubrimiento de una serie de investigaciones que han descubierto que las personas pelirrojas son más robustas que la población general. Las personas con pelo rojo son más susceptibles al dolor, ya sea con descargas eléctricas o dolores agudos punzantes como el resto de la población, sino que también requieren un 20% más de anestesia para eliminarlas.
Huelen mejor
Otra vieja leyenda sobre las personas pelirrojas es que simplemente huelen mejor que los demás. Desde el siglo XIX, se ha comentado que aquellos con el pelo rojo emiten un olor agradable. Como sucede, la piel de las personas pelirrojas tiende a ser más ácida que la media, lo que da como resultado que la fragancia se descomponga de tal manera que produzca un olor más fuerte.
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