Aunque en la actualidad se considera un manjar, en el pasado la
langosta era una comida de pobres.
Gracias a su abundancia, la gente rápidamente se harto de los mariscos y sólo
alimentaban a los animales, los sirvientes y los presos con langosta.
Sin embargo, la langosta se convirtió en un alimento de lujo a
finales de 1800 y lo sigue siendo hasta nuestros días.
Visita cualquier restaurante de cinco estrellas, elige el menú y te darás
cuenta de lo caro que es la langosta.
Este manjar grita riqueza y clase, pero existió un momento en que este
crustáceo muy valorado por la clase alta se consideró nada más que basura.
Entre los siglos 17 y 18, las langostas eran abundantes, demasiado
abundantes.
Un ejemplo fue en lo que fueron las colonias británicas en América, los
colonos encontraban a menudo enormes montículos de mariscos a lo largo de la
costa de Massachusetts y los niños podrían pasar unas pocas horas de pesca y
regresar a casa con cubos llenos de ellas.
De hecho, había tantas langostas que la gente se cansó de ellas.
En vez de comerlas con mantequilla, las personas empezaron a servir langostas
a sus cerdos, vacas y gatos, mientras que los nativos americanos las utilizaron
como fertilizante y carnada.
El crustáceo finalmente adquirió un estigma y se convirtió en "signos de la
pobreza y la degradación"
Sólo se servían a los presos y a los sirvientes, pero incluso estos
sirvientes y ladrones tenían derechos.
Los sirvientes por contrato de Massachusetts estaban tan hartos de comer
langosta todos los días que llevaron a sus patrones a la corte y el juez falló a
su favor, dictando que los sirvientes sólo tendrían que comer langosta
tres veces a la semana.
Afortunadamente para los amantes de la cocina de todo el mundo, el destino de
la langosta dio un giro afortunado a finales de 1800.
En los vagones
restaurantes de los ferrocarriles, método principal de transporte en esos
tiempos, las personas no conocían el alimento, ni su reputación así que lo
tacharon de delicioso, y lo empezaron a servir y vender de manera abundante.
A medida que pasaron los años, la langosta comenzó a aparecer en los bares de
ensaladas y por la década de 1920, se había convertido en el alimento de
elección para los aristócratas del mundo.
La popularidad de la langosta cayó en picada durante la Gran
Depresión y una vez más se convirtió en una comida para los
pobres,hasta la década de 1950, fue nuevamente un alimento de moda y se
convirtió en el alimento de lujo que comemos hoy en día.
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