La ciudad de Rjukan, Noruega está completamente rodeada por colinas muy altas, cortando la luz directa del sol durante el invierno.
Los residentes de la ciudad están tan privados de la luz solar durante los meses fríos de invierno que se ven obligados a tomar un teleférico a la cima de las colinas de los alrededores con el fin de conseguir su dosis de sol.
El problema se extiende desde septiembre hasta marzo, cuando comienza la primavera.
Una solución innovadora al problema fue propuesta por primera vez por Sam Eyde , fundador de la ciudad, allá por 1913.
Propuso la creación de grandes espejos en las colinas para reflejar la luz del sol hacia abajo en la ciudad, sin embargo en aquel momento no exista la tecnología para que eso ocurriera.
100 años después llega un nuevo proyecto que costo 5 millones de coronas ( $ 848,000 dólares ) y hace exactamente lo mismo.
Tres espejos gigantes de 17 metros de largo se han colocado 450 metros sobre la ciudad donde ahora pueden reflejar los rayos de la luz del sol hacia abajo en áreas específicas.
Los espejos están diseñados para seguir el movimiento del sol a través del cielo para maximizar el efecto.
"Creemos que va a significar temer más actividades en la ciudad, sobre todo en otoño e invierno", dijo el jefe oficina de turismo Karin Roe.
No hay comentarios.
Publicar un comentario